Real Madrid y polémica son dos conceptos que van de la mano. Como un cuerpo bicéfalo. Ya sea a favor o en contra, en los partidos de los blancos siempre, o prácticamente siempre, se habla de los arbitrajes. En cualquier contexto y escenario. Y ayer, en el duelo frente al Arsenal, volvió a ocurrir. Cómo no.
Fue el propio Carlo Ancelotti el que, en una entrevista pospartido con Movistar Liga de Campeones, quiso quitarle hierro al asunto y reconoció que no había que pensar en eso. Que el Arsenal había sido superior tanto en la ida como en la vuelta y que, por ende, era justo y merecedor semifinalista de la Champions League. Pero la comunidad madridista no estaba del todo de acuerdo.
La acción que más cabrea al respetable blanco es una ocurrida allá por el minuto 24. En un lanzamiento de falta lateral, el balón se dirige hacia dentro del área en busca de ser rematado, pero la atención se centra en un jugador blanco que cae al verde. Es Kylian Mbappé, que estaba siendo agarrado por Declan Rice.
En primera instancia, François Letexier señaló el punto fatídico, muy convencido de que estaba tomando la decisión acertada. Hacía apenas 10 minutos había señalado una infracción más o menos similar en el área contraria; Bukayo Saka erró el penal. Y en este momento se desató la locura.
Y el VAR lo cambió todo
Fueron más de cinco minutos de revisión del VAR. Durante todo este rato hubo tiempo suficiente para formular diversas conjeturas, pues no terminaba de quedar claro si lo que se estaba revisando era el agarrón o una posible posición antirreglamentaria de Rodrygo, que pasaba por allí. Finalmente, Jérome Brisard instó a Letexier a acudir al monitor para chequear la jugada.
Nadie entendió por qué, si debía ser el colegiado principal el que tomara la decisión final, se estuvo cinco minutos revisando la jugada en la Sala VOR. Sea como sea, cuando Letexier chequeó la acción, decidió revertir su decisión inicial y anular el penalti. El primer jarro de agua fría para el Bernabéu. El primero de varios.
Pero el madridismo no terminó satisfecho con esta decisión y las redes sociales se inundaron de protestas. Por ejemplo, estalló Tomás Roncero, al que no le faltó poner ningún punto sobre ninguna i. "Escandaloso. Penalti a Mbappé de Rice y el del VAR decide hacerle la pelota a su jefe Ceferin. Paso. Ojalá un día desaparezca el VAR y nos devuelvan el fútbol y la ilusión. Partido manchado por un VAR sectario, incompetente y unidireccional", publicó en su perfil de X.