Cantos de sirena en el Bernabéu. El Real Madrid consiguió sobre la campana la clasificación para la final de la Copa del Rey, pero no es oro todo lo que reluce. El éxito es irrefutable y los blancos están a 90 minutos de levantar un nuevo trofeo, pero lo cierto es que sufrieron de lo lindo para vencer a una Real que llegaba en horas bajas.
De hecho, ciñiéndonos a la meritocracia, quizá deberían haber sido los del norte los que deberían estar en La Cartuja el próximo 26 de abril. Pero ya sabemos que el mérito y el fútbol pocas veces van de la mano. El Real Madrid tuvo preocupantes síntomas de debilidad durante el transcurso del duelo anoche en su propio feudo. Nos brindaron espectáculo, eso está claro, pero Carlo Ancelotti no debe de estar nada satisfecho con el rendimiento de sus jugadores.

Quedaron patentes, de hecho, muchas debilidades defensivas de los de la Castellana. Los atacantes de la Real Sociedad no se encontraron con un muro en condiciones y deambularon por el último tercio del campo con una tranquilidad prácticamente inédita. Y eso se reflejó en el resultado, pues los de Imanol Alguacil anotaron hasta cuatro tantos en el temible Bernabéu.
No es nada habitual ver a los blancos recibir cuatro dianas jugando de locales, aunque este curso el Barça ya lo había logrado. Para más inri, acumulan ya siete choques consecutivos en todas las competiciones sin lograr dejar la portería a cero. Unos datos que, desde luego, deben preocupar al madridismo justo en una semana en la que tanto se ha debatido sobre su juego.
Alaba y Lunin, señalados
Pero lo de ayer debe suponer un toque de atención para los merengues. El periodista Tomás Roncero, a través de sus redes sociales, alzó la voz en contra de dos de los integrantes de la parcela defensiva. El primero de ellos es David Alaba y el otro Andriy Lunin. Ambos retornaban a la titularidad, pero tuvieron un partido realmente aciago, muy lejos de su mejor versión. "Me están dando la noche", protestaba el subdirector del AS y colaborador de El Chiringuito.
El austríaco estaba de cuerpo presente en el Bernabéu, pero el que estaba sobre el verde no era él. Fallos de concentración impropios de un futbolista de su jerarquía acabaron pasando mucha factura al Real Madrid. De hecho, el ex del Bayern se anotó dos tantos en propia puerta. Eso brindó alas a la Real Sociedad, que rozó con la yema de los dedos la sorpresa en la capital.
El arquero ucraniano, por su parte, tampoco tuvo su mejor noche. La lesión de Thibaut Courtois permitió que volviera a tener una oportunidad de demostrar su valía, como ya hizo en la primera mitad de esta campaña. Pero en esta ocasión, no cumplió. Ni de lejos.
Pese a todo, el Real Madrid tiró de esencia y rescató el batacazo en las postrimerías, con un Antonio Rüdiger que llegó para salvar a los blancos con un tanto de cabeza en la segunda mitad de la prórroga. Gracias a eso, los de Carlo Ancelotti están clasificados para una final que se antoja antológica, pues su rival será nada más y nada menos que el vencedor de la otra eliminatoria, la que enfrenta esta noche a Atlético de Madrid y a FC Barcelona en el Metropolitano.