La faraónica obra del nuevo Camp Nou ha obligado a la junta directiva a posponer, una vez más, la fecha de regreso al feudo azulgrana. La última noticia que tenían los culers es que los jugadores saltarían al césped durante el homenaje al fundador del club, pero no será así. El partido se disputará en el Johan Cruyff y los barcelonistas tendrán que esperar.
La noticia ha encantado a periodistas madridistas y a barcelonistas críticos con Joan Laporta. Hemos visto a Tomás Roncero y a Víctor Font celebrando el cambio de fecha, tachándolo de 'Club de la Comedia'. Ahora hemos leído a otro Tomás, en este caso, Tomás Guasch, escribiendo un artículo en 'El Debate' en el que aprovecha asimismo para criticar a Lamine Yamal.
La pieza se llama '¿Este Barça va a tutelar a Lamine?', y pone sobre la mesa los cambios constantes de la junta directiva por culpa del retraso en las obras. El asunto tenía una trastienda: jugar un partido para colar los 100 millones de los palcos vip del estadio en las tremendas cuentas del club. Aunque, como pueden imaginar, esos palcos no iban a estar a punto la fecha elegida para el gran momento.""
El artículo sigue con ataques al Barça, menciones a los palcos, a Negreira y a todo lo que pueda ensuciar la imagen del club. Para acabar, como no, hablando de Lamine Yamal en un tono sarcástico, pero que podría ser una copia del discurso paternalista y woke.
"Resulta también que de estos mismos tipos y tipas directivos se espera que tutelen a Lamine, chaval y entorno curiosos que despiertan preocupación en cualquier observador normal. Ellos. ¿Ellos? Es una broma.", escribe Guasch, para seguir hablando de los jóvenes con acondroplasia que reconocen no haberse sentido humillados.
"El asunto de los enanos, señoritas de imagen, gangsters y demás se da por zanjado con la inevitable división de opiniones. De un lado, quienes pesamos que se trató de una horterada impúdica y quienes lo vieron como una chavalada propia de quien está en edad de divertirse y que mientras siga metiendo goles…".
Tutelarlo o seguirlo de cerca
Según Guasch, el Barça debe marcar de cerca a Lamine Yamal. No parece tanto un deseo, sino una burla. En su sentimiento madridista querría que no existiera este marcaje, pues el jugador estaría más descentrado y, por tanto, sería menos peligroso en lo deportivo. Al final todo se resume en una palabra: envidia.