La tensión está por las nubes y la polémica ha estallado antes incluso de que ruede el balón en el RCDE Stadium este jueves. El fútbol nunca es solo fútbol cuando se trata de un derbi catalán, especialmente con un título de liga en juego. La Federación Española de Fútbol (RFEF) ha tomado una decisión insólita para evitar incidentes desagradables en un partido de máxima rivalidad como es el Espanyol-Barça. Una decisión que ha generado mucha controversia y, como siempre, ha dividido opiniones.
El FC Barcelona tiene todas las papeletas para proclamarse campeón de LaLiga este jueves ante su eterno rival ciudadano, el RCD Espanyol. La situación recuerda inevitablemente a lo ocurrido hace apenas dos años, cuando los azulgranas celebraron el título precisamente en este estadio. En aquella ocasión, la alegría culé terminó en escenas vergonzosas: varios seguidores del Espanyol invadieron el terreno de juego con actitud agresiva, forzando a los futbolistas visitantes a refugiarse rápidamente en el túnel de vestuarios.
La preocupación es evidente. Nadie quiere que se repitan esas imágenes que tanto dañaron la imagen del fútbol español, y que aún hoy son recordadas con amargura por ambas aficiones.
La decisión polémica de la RFEF
La Federación ha decidido no entregar la copa al Barça en caso de que certifique su título el jueves en el campo del Espanyol. La razón principal es evitar provocaciones y cualquier episodio que pueda desembocar en violencia. Por lo tanto, incluso si el Barça gana LaLiga en el campo rival, no levantarán allí el trofeo, sino que deberán esperar al domingo, cuando reciben al Villarreal en el Camp Nou.
Esta determinación ha causado revuelo. Tomás Roncero, conocido periodista y colaborador de "El Chiringuito", ha reaccionado de forma contundente en redes sociales tras las revelaciones hechas en el programa por Juanfe Sanz. Según informó el periodista deportivo, la placa del trofeo ya lleva grabado el nombre del Barça, y además, se habrían colocado ya las cintas decorativas con los colores azulgranas en la copa, algo que, dada la matemática, aún no es definitivo.
Roncero resumió su incredulidad en apenas unas pocas palabras: "Yo flipo. Respect", dejando clara su ironía y desacuerdo con una situación que él considera irrespetuosa para el Real Madrid, equipo que matemáticamente aún tiene posibilidades, aunque remotas, de conquistar el título liguero.
Aunque las posibilidades del Real Madrid para arrebatarle el título al Barça son mínimas, técnicamente existen: los blancos necesitarían prácticamente un milagro. Con solo tres jornadas por disputar, el Madrid tendría que ganar todos sus partidos, mientras que el Barça debería perder al menos dos encuentros y no ganar el tercero. Es decir, obtener máximo un máximo de uno de los nueve puntos restantes.
Desde el punto de vista del Espanyol, la situación también es compleja. Los blanquiazules atraviesan una temporada irregular, inmersos en la lucha por no descender. Un resultado adverso ante su eterno rival no solo significaría perder un derbi, sino complicarse aún más la permanencia en Primera División.
Por otro lado, el Espanyol, que tan buenas sensaciones nos estaba dejando en este segundo tramo de competición, ha desacelerado en las últimas semanas y la preocupación está retornando. Son cinco puntos los que le separan ahora mismo del descenso y, además, se avecinan dos fechas complejas: el Barça que se juega el título y Osasuna que está en plena pelea por meterse en puestos europeos.