El fenómeno Lamine Yamal no le engloba sólo a él. Y no aplica sólo a su talento futbolístico. El joven canterano culé ha llevado con él a la fama a varios integrantes de su familia. Tanto es así que, de hecho, ya conocemos y, de sobras, tanto a su padre, Mounir Nasraoui, como a su hermano pequeño, Keyne.
Pero lo cierto es que los dos transmiten emociones diametralmente opuestos entre la comunidad futbolera. La ternura que provoca el pequeño Keyne contrasta con la animadversión de Mounir, habitualmente sumergido en polémicas de todo tipo.
Una de las últimas ocurrió después de que trascendiera un vídeo de 2022 en el que podía vérsele apoyando al Real Madrid, incluso enfundado en la camiseta merengue, en un Clásico. Sin embargo, este fin de semana, en la final de la Copa del Rey, parecía haber cambiado de bando definitivamente. Cómo no iba a hacerlo.

Mounir Nasraoui, sin pelos en la lengua
Pero por todo esto ha recibido muchísimas críticas provenientes de ambos bandos. Pero a él parece no importarle mucho. “Me la pela”, dijo en un vídeo, “aunque he seguido al Madrid, a mí el que me da de comer es el Barça”. Claro y conciso.
Lo que está claro es que no tenía ningún tipo de duda en que el equipo de su hijo se iba a proclamar campeón del torneo. "Vamos a ganar. Me da igual uno, dos o tres, los vamos a reventar. Visca el Barça , el pa, el vi i la mare que ens va parir", proclamaba. Y sus previsiones se cumplieron. Y con creces.
Y no solo eso, sino que su hijo se tornó, como era de esperar, en uno de los grandes protagonistas de la noche. Fue uno de las bazas más peligrosas en las ofensivas del Barça e incluso propinó dos asistencias. Dio el pase de gol a Pedri en el gol inicial y a Ferran Torres en el trascendental tanto que mandó la final a la prórroga.
Oye, somos los mejores. Lamine Yamal para bien o para mal, siempre. Y es un regalo para el papa", dijo después Mounir Nasraoui en un vídeo que grabó su hijo durante la celebración del título en el césped de La Cartuja.
Queda claro, pues, que, pese a todo, Mounir apoya a su Lamine Yamal por encima de todo lo demás. Esa es su gran vocación. Y ahora ha podido celebrar un nuevo título junto a él, como ya hizo hace menos de un mes en la Eurocopa de Alemania.