Ascender o ascender. Esos son las dos opciones que contempla el Espanyol este curso. El objetivo máximo es el de retornar cuanto antes a la Primera División, categoría que perdieron el año anterior.
A los pericos les avala la estadística de que, en sus dos descensos anteriores, un año les ha bastado para retornar a la élite. Este curso, aunque siguen metidos de lleno en la batalla, no muestran tanta superioridad como en las dos ocasiones previas. Las sensaciones han sido agridulces durante el transcurso de la campaña y ya son tres los técnicos que han pasado por la banca del Espanyol.
La última apuesta, la de Manolo González, ha sido la más arriesgada, pues no contaba con experiencia en el fútbol profesional. Aun así, sus primeras cifras como míster blanquiazul no son nada malas: una victoria y dos empates en tres partidos. Con todo, los pericos se hallan en la actualidad en la tercera plaza, a tan solo un punto de los puestos de ascenso directo (y a 6 del líder Leganés).
A Manolo González, pues, le restan nueve jornadas para tratar de certificar el ascenso del Espanyol; si no lo logra, Chen Yansheng buscará un nuevo entrenador experimentado para el próximo curso.
Y, si esto ocurre, el candidato favorito no es otro que Sergio González, quien ha sido destituido hace tan solo unas semanas como técnico del Cádiz; por tanto, está libre. El entrenador de l'Hospitalet ya ha tenido un par de periplos en el Espanyol, uno como jugador y otro como míster.
La solución, un viejo conocido
Sergio González siempre ha tenido una especial relación con el RCD Espanyol; y la parroquia perica guarda un buen recuerdo de él. Sus primeros pasos como blanquiazul ocurrieron en 1995, cuando fichó por el Espanyol B después de lucirse en el Hospitalet. A los dos años, en el 97, ya tuvo ficha del primer equipo y allí estuvo hasta el 2001.
Más tarde, una vez colgadas las botas, decidió adentrarse en el mundo del entrenador y su primera aventura sucedió, de nuevo, en el Espanyol B. Primero estuvo como técnico ayudante, pero en 2014 ya tomó las riendas de la plantilla. Ese mismo año ascendería ya al primer equipo, que militaba en LaLiga y prolongó su mandato como míster perico durante un año y medio.
Desde que salió a finales de 2015 ha tenido dos aventuras en otros grandes equipos españoles, el Real Valladolid y el Cádiz. Ahora, casi una década después, podría retornar al banquillo blanquiazul. Esta vez, para tratar de conseguir el ascenso con el Espanyol; porque, recordemos, en principio, en Cornellà sólo contemplan su llegada si no consiguen subir este año.