La afición nazarí vive días emocionalmente complicados tras la venta de su delantero estrella, un traspaso que inyectó fondos pero también dejó un vacío en la zona de ataque. Al mismo tiempo, el equipo se mantiene en la pelea por regresar a la élite, y no parecen dispuestos a permitir más salidas importantes. Con el mercado invernal a punto de cerrar, surgen rumores de interés por otra de sus figuras ofensivas.
Ese futbolista es Lucas Boyé, punta argentino de 28 años que llegó procedente del Elche y que ya suma 5 goles en 15 encuentros durante la presente temporada en Segunda División. A pesar de este descenso de categoría, el delantero ha ratificado su nivel de Primera, donde atesora 27 dianas en 137 apariciones. Su rendimiento en las últimas jornadas ha sido clave para un Granada que busca consolidarse en la parte alta de la tabla.
La entidad rojiblanca, que vio marcharse a Myrto Uzuni no hace mucho, se resiste a perder otro referente en la delantera. Boyé tiene contrato en vigor hasta 2027, con una cláusula de rescisión de 25 millones de euros, lo que dificulta un posible movimiento a corto plazo. No obstante, la insistencia de algunos clubes de la máxima categoría podría enredar el cierre de este mercado invernal.
Rayo y Alavés, al acecho
Entre esos pretendientes se encuentran el Rayo Vallecano y el Alavés. En el caso del conjunto madrileño, la dirección deportiva se plantea liberar el salario de Raúl de Tomás para dar entrada a un nuevo ariete. De consumarse esa operación, Boyé sería una alternativa de garantías por su versatilidad, ya que puede actuar tanto como referencia central como tirado a banda izquierda.
Por otro lado, el Alavés atraviesa un momento delicado en la delantera, tras el reciente empate frente al Celta (1-1) y la salida de varias piezas ofensivas. Los pupilos del ‘Chacho’ Coudet muestran dificultades para resolver las ocasiones que generan y buscan un goleador contrastado. Boyé ha levantado interés por su potencia y experiencia en la élite, si bien la prioridad babazorra continúa siendo la llegada de Nico Serrano.
El Granada, más centrado en la carrera por el ascenso que en las negociaciones, no se plantea vender al argentino en estos momentos. La directiva entiende que su presencia es crucial para mantener la competitividad del equipo, sobre todo tras perder a Uzuni, uno de sus máximos goleadores la campaña pasada. Solo una oferta irrechazable y que supere claramente los cinco millones de euros que vale actualmente, podría abrir la puerta a un traspaso.
A falta de pocos días para que baje la persiana del mercado, todo es posible. Si el Rayo logra su objetivo de liberar masa salarial o si el Alavés decide hacer un esfuerzo final, el futuro del atacante podría cambiar de rumbo. De momento, el Granada se muestra firme en su posición: Boyé no está en venta. Habrá que ver si este pulso se mantiene o si los cantos de sirena de la máxima categoría convencen a un club que, por ahora, no quiere perder a otra de sus piezas clave.