El Real Valladolid se mueve con urgencia en este mercado tras la venta de Kike Pérez al Venezia. Con un millón de euros ingresado por el traspaso, el club busca reemplazos de calidad que fortalezcan la medular. Diego Cocca, siempre atento a las ocasiones en LaLiga EA Sports, ha fijado su mirada en un futbolista del Girona, según informaban desde El Norte de Castilla.
Ese jugador es Jhon Solís, un mediocentro de 20 años que aterrizó en Montilivi el 1 de septiembre de 2023, procedente de Atlético Nacional. Su traspaso se cifró en seis millones de euros y firmó hasta junio de 2028, con un valor de mercado actual cercano a los 3,5 millones. Alto, con 1,86 metros de estatura, destaca por su labor en el pivote y el potencial que ofrece como pieza fundamental en un centro del campo necesitado de musculatura.
El colombiano acumula 15 apariciones en lo que va de temporada: 10 en Liga, 4 en UEFA Champions League y 1 en la Copa del Rey. En esas 10 participaciones ligueras, firmó un gol que llegó en los 13 minutos que disputó ante el Alavés, donde dejó muestras de su capacidad para incorporarse al ataque. En Champions, aunque no ha sido titular habitual, el simple hecho de participar en 4 encuentros ya denota la confianza que Míchel Sánchez ha depositado en él en momentos puntuales. Pero muy puntuales.
Relevo de Kike Pérez
Pese a ello, las lesiones musculares y la alta competencia en el equipo han mermado su continuidad. Los 483 minutos que ha jugado hasta la fecha son escasos para un futbolista con la ambición de crecer a corto plazo. Por eso, el Valladolid ve en él una excelente oportunidad de mercado, aprovechando que el Girona podría valorar una cesión o una venta, siempre que beneficie a ambas partes.
Con el club inmerso en la lucha por la salvación y con necesidades urgentes en la zona ancha, la directiva considera que Solís ofrecería el equilibrio justo entre despliegue físico y capacidad técnica. Además, su corta edad le permitiría adaptarse a largo plazo y revalorizarse, algo vital en el fútbol moderno.
La marcha de Kike Pérez ha dejado un hueco importante que urge ser cubierto cuanto antes. A diferencia del ex canterano, el colombiano aporta un perfil algo más físico que podría encajar en los planes del míster. Si el Girona acepta negociar, Cocca dispondría de un activo valioso para reforzar un centro del campo que ha quedado debilitado tras las últimas bajas. Hay que contar también con la lesión de Raúl Moro.
En Zorrilla son conscientes de que el reloj corre y hay que tomar decisiones rápidas. De momento, la operación sigue abierta y no se descarta que en los próximos días haya movimientos que acerquen a Solís al conjunto vallisoletano, dando forma a un fichaje que podría marcar la diferencia en la batalla por la permanencia. Pero deben darse prisa; el mercado cierra sus puertas el 3 de febrero.