El Real Zaragoza ha puesto su mirada en Jordi Masip, el experimentado guardameta del Real Valladolid, después de que las negociaciones para incorporar definitivamente a Edgar Badía no llegaran a buen puerto. El club zaragozano, que necesita urgentemente reforzar su portería, ve en el de Sabadell una opción ideal debido a su vasta experiencia y habilidades probadas.
Jordi Masip, de 35 años, ha sido un pilar en el Real Valladolid durante las últimas siete temporadas. En la campaña 2023/2024, disputó 31 partidos en LaLiga Hypermotion, mostrando un rendimiento constante y destacando por su seguridad bajo los palos. Su buen rendimiento se ha traducido en 15 clean sheets.
A pesar de su deseo de continuar en el elenco vallisoletano, la ausencia de una oferta de renovación ha abierto la posibilidad de su salida, situación que el Real Zaragoza busca aprovechar. Han sido siete años en el Pucela, aventura que ha podido coronar con el ascenso a Primera División.
Jordi Masip busca equipo
El fichaje de Masip no solo cubriría la necesidad inmediata del Zaragoza de un portero experimentado, sino que también aportaría un liderazgo crucial en el vestuario. Su estilo de juego, caracterizado por una gran capacidad de reacción, buenos reflejos y una excelente toma de decisiones, se adapta perfectamente a las necesidades del equipo maño. Además, su historial en Primera División y su experiencia en competiciones de alto nivel lo convierten en una incorporación valiosa para las aspiraciones del Zaragoza en la próxima temporada.
Son 124 partidos los que ha disputado Edgar Badía a lo largo de su trayectoria en la élite del fútbol español. Todos ellos los jugó con la carcasa del Real Valladolid a excepción de uno, que ocurrió durante su paso por el Barça. Ahora, pues, el arquero busca la tercera aventura de su carrera profesional.
El Real Zaragoza había puesto inicialmente sus esperanzas en Edgar Badía, el portero del Elche que ya estuvo cedido en La Romareda el pasado curso, pero las negociaciones se complicaron y no llegaron a concretarse. Edgar Badía, conocido por su fiabilidad y consistencia, era una opción preferida, pero la dificultad para liberar su contrato con el Elche y la competencia de otros clubes hicieron que el Zaragoza busque alternativas. En este contexto, Jordi Masip emergió como una opción viable y de calidad.