El concepto que más se ha repetido en esta eliminatoria de Champions League entre Barça y PSG es el ADN Barça. Todo se produjo fruto de unas declaraciones del partido de ida de Luis Enrique en las que dijo lo siguiente: «¿Quién representa mejor el espíritu del Barça? Sin duda, yo. No es una opinión, eche un vistazo a los datos, en términos de posesión de balón, de ocasiones de gol, de presión alta, de títulos, de trofeos.
Habrá quien piense otra cosa, pero sin duda, yo». Seguramente, todo esto ha generado más revuelo porque nadie sabe muy bien de qué se trata este ADN Barça. Te pones a escuchar y ver programas que tratan este tema y cada persona dice una definición distinta. Eso sí, seguramente, la definición más repetida sería ganada practicando un buen fútbol, es decir, dominar la posesión y generar ocasiones.
Si interpretamos el ADN Barça tal y como lo hace Luis Enrique, pueden verlo de la siguiente manera. Decidir entre Xavi y Luis Enrique quién es el que el entrenador con más ADN Barça es complicado y más si tomamos como ejemplo esta eliminatoria. El partido de vuelta no puede tomarse como prueba, dado que la expulsión a Araújo a la media hora de juego y la necesidad del conjunto parisino para remontar el partido provocaron que el PSG fuera el equipo con más posesión y que generó mayor peligro.
En el partido de ida, el PSG volvió a tener más posesión y generó más ocasiones de gol, eso sí, el Barça disparó más veces entre los tres palos. Si tenemos en cuenta la eliminatoria, aunque como ya se ha comentado, no podemos tomarlo de punto de partida, y según el modo en que Luis Enrique lo interpreta, fue el técnico parisino quien tuvo más posesión durante toda la eliminatoria y generó más ocasiones de gol. Luis Enrique quiso poner a Xavi el compromiso esencial, la superstición de un modelo que él ya no puede imponer porque ni se tiene a sí mismo ni tiene a Iniesta ni a Messi.