La liga española se hace llamar la mejor liga del mundo, pero, por cosas como las que ocurrieron ayer, se demuestra que el fútbol español se está quedando atrás. La obsoleta tecnología que se aplica en el fútbol actual para determinar si un balón superó del todo la línea de gol pudo dejar a la Real sin la final de la Copa del Rey.
Y es que un análisis realizado con tecnología 3D, mucho más científico y veraz, para definir si el esférico traspasa por completo la línea de gol, ha dictaminado que el disparo de Tierney en la prórroga fue gol. Decisión contraria a la del árbitro de campo y del VAR, quienes decidieron que Samú Costa había sacado el balón justo antes de que entrara toda entera.
El videoarbitraje, tras examinarlo con el juego parado en la primera parte de la prórroga, sentenció que el esférico no había rebasado en toda su circunferencia la línea de gol, pero las imágenes con 3D simulan que esta toma de gol no está alineada con la portería y que el esférico entra por completo. La jugada pasó al final de la primera parte de la prórroga, con 1-1, y, en un partido muy cerrado, así que, posiblemente, el conjunto dirigido por Imanol Alguacil hubiera tenido suficiente para ganar al Mallorca y plantarse en la final copera.
Cabe recordar que en la tanda de penaltis, la Real Sociedad anotó cuatro penaltis y el Mallorca los marcó todos. No es la primera vez que una jugada similar es decisiva en el fútbol español. El año pasado, en la antepenúltima jornada liguera, el VAR validó un gol de Antoine Griezmann ante el Espanyol, aunque las imágenes no estaban claras sobre si el balón había entrado por completo. Aquel partido el Espanyol logró empatar después de ir perdiendo 0-3 en el minuto 46.
Cabe recordar que el Espanyol acabó perdiendo la categoría. A diferencia de la liga inglesa, entre otros, en España no existe el sistema de detección automática de goles, permite determinar de forma instantánea si la pelota ha atravesado o no íntegramente la línea de meta.
El coste de implementar la medida
Algunas informaciones apuntan a que su implantación en España supondría un coste de dos millones de euros para los 380 partidos que tiene por temporada la Primera División española y las mismas cantidades en Segunda. Esta cantidad, según las informaciones, debería asumirla directamente la Liga de Fútbol Profesional.