El FC Barcelona se encuentra en una encrucijada con la inscripción de Dani Olmo, un asunto que amenaza con alargarse más de lo deseado. Mientras el club trabaja contrarreloj para cumplir con los requisitos de LaLiga y poder reactivar la ficha del atacante, el propio futbolista —quizá el principal afectado por esta situación— mantiene la calma y la esperanza de que la promesa de Joan Laporta se cumpla. Esa promesa no es otra que una “solución inminente y positiva” que le permitiría seguir compitiendo donde él eligió estar: en el equipo azulgrana. Y ese es el plan A: el mandatario confía en encontrar una solución antes de mañana.
Dani Olmo llegó procedente del RB Leipzig en agosto de 2024, en una operación que rondó los 47 millones de euros fijos más variables (algunas fuentes incluso hablan de 60 millones). Sus primeros meses en el Camp Nou arrojaron un buen balance: 15 encuentros disputados (11 en LaLiga y 4 en la UEFA Champions League), 813 minutos, con 6 goles y 1 asistencia.
Números que reflejan la rápida adaptación de un jugador fichado para reforzar la zona de mediapunta y cuyos primeros pasos en el equipo han estado limitados por los vaivenes del fair play financiero. Pudo ser inscrito temporalmente tras la lesión de larga duración de Andreas Christensen, pero ese margen expiró el 31 de diciembre, provocando de nuevo su baja federativa.
Los motivos del bloqueo
El problema surge de la documentación vinculada a los ingresos diferidos por la venta de los palcos VIP del Spotify Camp Nou a un fondo qatarí, según la explicación del club. LaLiga no recibió el justificante de ingreso y, por tanto, no otorgó el visto bueno para la inscripción. Pese a ello, desde la entidad culé confían en que el dinero llegue este viernes, lo que supondría un giro definitivo de guion a favor de Olmo, devolviéndole su condición de jugador habilitado para participar en Liga, Copa y Champions.
En medio de toda esta maraña, Dani Olmo vive con paciencia y optimismo. Continúa entrenándose con normalidad a las órdenes de Hansi Flick, a la espera de que se resuelva el papeleo. El pasado lunes, en el primer entrenamiento del año, atendió brevemente a unos aficionados que, curiosos, le preguntaron cómo se encontraba. Con una escueta respuesta —“todo bien”— quiso transmitir serenidad, sin entrar en detalles sobre su futuro inmediato.
Sin embargo, el futbolista es consciente de que necesita una ficha federativa no solo para disputar competiciones con el Barça, sino también para seguir siendo elegible con la selección española, que afrontará en marzo los cuartos de final de la Nations League frente a Países Bajos. Olmo, además, ve en el horizonte una hipotética Final Four de la misma competición en junio, lo que hace más urgente aún la regularización de su situación contractual.
La posible cesión, el último recurso
¿Qué pasaría si el viernes no llega esa “fumata blanca”? Sus agentes, Andy Bara y Juanma López, tendrían que valorar con el club la posibilidad de una cesión temporal, siempre que la normativa de LaLiga lo permita y que aparezcan alternativas reales que puedan asumir su ficha por medio curso. Clubes de primer nivel, como Manchester United, Manchester City o Bayern de Múnich, estuvieron tras él antes de su llegada al Barça, así que no sería descartable que alguno reactivase un interés puntual para la segunda mitad de la temporada.
Por ahora, Dani Olmo prefiere no imaginar ese escenario. Su prioridad sigue siendo triunfar con la camiseta blaugrana. Mientras tanto, la afición del Barça, que le pregunta con preocupación “¿qué tal todo?”, solo recibe por respuesta un “todo bien” que esconde la fe en una solución rápida. La directiva azulgrana confía en que el tan esperado ingreso económico se concrete, dando un respiro a sus planes y, sobre todo, al propio Olmo, que anhela seguir demostrando su valía en el lugar que escogió para dar el siguiente paso en su carrera.