El Tenerife no está teniendo la temporada esperada. A pesar de haber realizado una fuerte inversión en el mercado de fichajes de verano con la intención de construir una plantilla competitiva y aspirar al ascenso, los resultados no han sido favorables. Actualmente, el equipo se encuentra en el último lugar de la clasificación en LaLiga Hypermotion, una situación alarmante que nadie anticipaba y que ha generado frustración entre los aficionados y preocupación en la directiva. Aun con refuerzos en todas las líneas, la dinámica del equipo no ha sido la deseada, y la posibilidad de descender se vuelve cada vez más real.
En este contexto de crisis, Luismi Cruz ha sido una de las pocas luces en el oscuro panorama del Tenerife. El joven jugador ha destacado por su habilidad en el desborde, su velocidad y su visión de juego, convirtiéndose en uno de los principales generadores de peligro para el equipo de hecho, es el jugador que más cartulinas amarillas ha provocado de Segunda. Sus actuaciones han sido fundamentales para mantener cierta esperanza en el ataque, y su rendimiento no ha pasado desapercibido, ni para la afición ni para los posibles interesados en el mercado de fichajes. Con el mercado de invierno en el horizonte, se rumorea que varios clubes, tanto de LaLiga Hypermotion como de Primera División, podrían estar interesados en su incorporación, lo que representaría un duro golpe para el Tenerife.
Seis meses son suficientes
Luismi Cruz, cuyo contrato con el Tenerife está firmado hasta 2027, se encuentra en una situación contractual que podría facilitar su salida si llegan ofertas atractivas. Aunque el jugador no cuenta con una cláusula de rescisión, lo que da margen a otros clubes para intentar su fichaje, la directiva tinerfeña está considerando revisar sus condiciones para retenerlo e incluirla. Sin embargo, si el equipo sigue en zona de descenso, el deseo del jugador por mantenerse o no en el club chicharrero podría pesar más, y la tentación de una oferta de un club en mejor situación sería difícil de rechazar.
Para el Tenerife, la posible salida de Cruz en enero sería un auténtico mazazo. No solo perdería a uno de sus mejores jugadores, sino que además se quedaría sin una pieza clave en su intento por remontar y salir de los puestos de descenso. La afición, que ya ha mostrado su descontento con los resultados, vería esta salida como una señal de desmoronamiento del proyecto de ascenso. Además, la pérdida de Cruz obligaría al club a buscar un reemplazo en un mercado de invierno que, históricamente, no es fácil para encontrar refuerzos de calidad.
El Tenerife enfrenta, por tanto, un reto doble: mejorar su rendimiento en el campo para asegurar su permanencia en LaLiga Hypermotion y proteger su plantilla de posibles salidas de jugadores esenciales. La continuidad de Luismi Cruz en el equipo será crucial para mantener viva la esperanza de una recuperación en la segunda mitad de la temporada.