El Real Madrid logró un contundente 3-0 frente al Manchester City, asegurando su clasificación sin sobresaltos a los octavos de final de la UEFA Champions League. Sin embargo, un episodio en los minutos finales del partido generó cierta tensión dentro del vestuario blanco. Vinícius Júnior protagonizó un tenso cruce con Eduardo Camavinga por una acción que pudo haberle costado caro al centrocampista francés.
Corría el minuto 78 cuando Camavinga ingresó al terreno de juego en lugar de Dani Ceballos. Con el marcador ya definido y la eliminatoria resuelta, el internacional francés tenía una tarea sencilla: administrar el juego y evitar riesgos innecesarios. Sin embargo, su exceso de intensidad lo llevó a realizar una fuerte entrada sobre Marmoush, lo que generó preocupación en sus compañeros y en el cuerpo técnico.
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El motivo de la alarma era claro: Camavinga estaba apercibido de sanción, por lo que una tarjeta amarilla lo habría dejado fuera del partido de ida de los octavos de final, una situación que ya sufrió Jude Bellingham. Si bien el árbitro decidió no amonestarlo, la temeridad del mediocampista encendió las alarmas dentro del equipo.
Vinícius no se contuvo y lo enfrentó
Una vez finalizado el encuentro, Vinícius no dudó en acercarse a Camavinga para recriminarle su falta de control en un momento donde no era necesario asumir riesgos. El brasileño, líder indiscutible del vestuario madridista, le señaló que debía ser más consciente de la situación y evitar exponer al equipo a una baja clave de cara a la siguiente ronda.
Este gesto de Vini fue captado por las cámaras de televisión y posteriormente analizado en el plató de Movistar. Allí, Jorge Valdano aplaudió la actitud del brasileño, destacando que el líder de un equipo no solo debe brillar con el balón en los pies, sino también asumir responsabilidades en los momentos clave. "Bien, muy bien hecho", fueron las palabras del exfutbolista argentino en referencia a la reprensión de Vinícius a su compañero.
Un vestuario con carácter
Si bien el episodio no pasó a mayores, refleja el nivel de autoexigencia que hay dentro del vestuario blanco. Vinícius, quien se ha convertido en un referente tanto dentro como fuera del campo, demostró que no solo se preocupa por el rendimiento individual, sino también por el colectivo. Su reprensión a Camavinga es una muestra de la mentalidad ganadora que impera en el Real Madrid y de cómo cada detalle cuenta en la lucha por los títulos.
Por su parte, Camavinga asumió la crítica con profesionalismo y es consciente de que debe controlar su intensidad en ciertos momentos. Con partidos decisivos en el horizonte, la concentración y la disciplina serán fundamentales para evitar situaciones que puedan perjudicar al equipo en las rondas finales de la Champions League.