El mundo del fútbol se encuentra en un momento de cambio generacional en el que las grandes referencias de las dos últimas décadas están dejando su lugar a nuevos talentos. Cristiano Ronaldo y Leo Messi ya han abandonado su lugar en el trono de los Reyes de este deporte y ahora se cierne sobre la comunidad futbolera el debate. ¿Quién es en la actualidad el mejor jugador del mundo?
Hace un par de temporadas creíamos que los dos nombres propios de los próximos años iban a ser Haaland y Mbappé, pero la realidad es que ambos se han visto superados. Sin ir más lejos, el último balón de oro lo ganó un centrocampista español, Rodri, precisamente compañero de equipo del ariete noruego. Y ahora, a un año vista de la próxima entrega de este galardón, hay nuevos contendientes en la disputa.
La gran revelación de la temporada está siendo, sin lugar a dudas, Raphinha, que se ha convertido en el líder de la ofensiva del Barça. Con 17 goles y 10 asistencias en 23 partidos, ha demostrado ser uno de los jugadores más en forma de todo el globo terráqueo. Para muchos, el brasileño es en la actualidad el mejor futbolista del mundo. Para otros, sin embargo, esa etiqueta la merece su compatriota Vinicius, quien sigue siendo la gran referencia merengue pese a la llegada de Kylian Mbappé este verano.
El tercero en ¿discordia?
A banda de las polémicas, los registros del '7' del Real Madrid está siendo también sobresalientes, como lo fueron el pasado curso, aunque inferiores a los de Raphinha. Son 13 dianas y 9 asistencias las que acumula el joven atacante de 24 años. Pero el debate no se queda aquí, pues ha entrado en escena un tercer actor que, si cumple con las expectativas que está generando en estos últimos meses, tiene todas las papeletas para convertirse en el rey del fútbol en los próximos años.
Sin ir más lejos, el periodista Dani Senabre se atrevía a poner de manifiesto público algo que muchos futboleros comparten. "Podéis seguir hablando de Raphinha y de quien queráis. El mejor jugador del mundo es Lamine Yamal. He dicho", proclamaba.
Si bien es cierto que los números del canterano culé no son para lanzar cohetes (6 goles y 12 asistencias en 20 partidos), su mayor valor reside en otros aspectos a los que la matemática no llega. Pese a sus 17 años, ha demostrado ser un futbolista de esos que cuando entran en contacto con el balón, siempre pasan cosas. Uno de esos peloteros tocados por una varita mágica capaces de convertir una acción que se antoja insustancial en una oportunidad de peligro. Aunque luego no sea él quien defina. Y ese talento natural está al alcance de muy poquitos.