En el fútbol, la figura del entrenador se convierte en el eje sobre el que gira todo un proyecto deportivo. Los equipos con tradición y exigencia, como el Sevilla FC, no pueden permitirse dudas ni vacilaciones en la elección de su técnico. Cada decisión, cada movimiento en los despachos, está marcada por la presión de una afición acostumbrada a la élite y por la necesidad de encontrar un líder capaz de devolver la estabilidad perdida en los últimos tiempos.
El Sevilla afronta uno de los momentos más delicados de los últimos años. Tras una campaña marcada por la inestabilidad en el banquillo y una clasificación por debajo de lo esperado, coqueteando con el descenso, la dirección deportiva se enfrenta ahora al reto de iniciar un nuevo ciclo. El club andaluz necesita no solo resultados, sino también un proyecto que recupere la identidad competitiva y el carácter que históricamente han definido a los de Nervión.
La elección del nuevo entrenador es, en este contexto, una cuestión capital. No se trata solo de fichar un nombre, sino de encontrar un perfil que encaje tanto en el plano deportivo como en el económico. La situación financiera condiciona cada paso, obligando al club a moverse con cautela y a explorar todas las alternativas posibles.

Los nombres propios: Bordalás e Imanol Alguacil
Tradicionalmente, José Bordalás ha sido uno de los nombres más vinculados al banquillo del Sevilla. Su trayectoria y carácter le convierten en un candidato natural para liderar proyectos de reconstrucción. Sin embargo, el alto salario y las condiciones contractuales que exige, unido a la posibilidad de tener que esperar indefinidamente a que se desvincule del Getafe, hacen que su llegada sea complicada.
Por su parte, Imanol Alguacil ha sido también considerado. Tras su etapa en la Real Sociedad, su disponibilidad le sitúa en las quinielas, pero las sensaciones internas apuntan a que el técnico vasco no ve claro el encaje con el actual Sevilla y maneja propuestas que, a día de hoy, parecen más atractivas para sus intereses personales y profesionales.

Un 'tapado' en la agenda: la alternativa Vicente Moreno
En este escenario, según ha informado Estadio Deportivo, aparece un nuevo protagonista en la carrera por el banquillo sevillista: Vicente Moreno. El técnico valenciano acaba de finalizar su ciclo en CA Osasuna, equipo al que ha conseguido dejar a solo un punto de las plazas europeas. Su capacidad para trabajar en contextos difíciles, rindiendo por encima de las expectativas, ha llamado la atención de la cúpula del Sevilla.
El paso de Moreno por Osasuna no ha sido sencillo, teniendo que asumir el reto de suceder a Jagoba Arrasate tras una etapa de seis años marcada por el éxito y el arraigo en el club. Pese a los malos augurios iniciales, Moreno ha sabido dotar a su equipo de equilibrio, eficiencia y competitividad, cualidades muy valoradas en Nervión para la próxima etapa.
Un factor que puede jugar a favor de Vicente Moreno es su conexión profesional con Braulio Vázquez. Si finalmente el Sevilla apuesta por renovar su dirección deportiva y Braulio llega a ocupar ese puesto, la sintonía entre ambos podría resultar determinante. Se trata de una relación basada en el respeto mutuo y en la confianza en el trabajo del otro, lo que facilitaría la toma de decisiones y la gestión del vestuario.