Un hombre con expresión seria está superpuesto sobre un estadio de fútbol vacío junto a un emoji de cara pensativa.

Míchel, entrenador del Girona, rompe su silencio tras ser ingresado: 'Me detectaron...

El entrenador lo desveló en rueda de prensa

En plena lucha por la permanencia, el Girona ha recibido una noticia que va más allá del fútbol: su entrenador, Míchel Sánchez, ha regresado al banquillo en un momento decisivo. El equipo catalán, inmerso en una recta final con rivales directos y bajas sensibles, se juega algo más que puntos: se juega su futuro en Primera División.

El técnico madrileño ha reaparecido este lunes en la Ciutat Esportiva, sonriente, arropado por su cuerpo técnico y los jugadores. Su presencia ha sido un impulso anímico vital para un grupo que necesita reencontrarse con su mejor versión para cerrar una temporada irregular con final feliz.

Un regreso necesario en el momento justo

El Girona viene de una dura derrota en casa ante el Villarreal, donde perdió en el último minuto y se alejó de la tranquilidad en la tabla. Con 38 puntos, el margen sobre el descenso sigue siendo ajustado y cada partido se ha vuelto una final. Por eso, la vuelta de Míchel no es solo simbólica: es estratégica.

Hombre de pie frente a un fondo con un diseño geométrico en colores rojo, amarillo y blanco.
Míchel y, al fondo, el escudo del Girona FC | @gironafc, Canva Creative Studio, XCatalunya

En rueda de prensa, el técnico fue claro: “Hay que llegar a los 42 puntos. Si mañana sumamos 41, estaremos cerca de la permanencia. No me preocupa lo que hagan los demás mientras nosotros sumemos”. Sus palabras muestran la concentración absoluta en el objetivo: seguir en la élite.

Bajas clave y presión máxima

El Girona no llega en su mejor momento. A las dudas futbolísticas se suman las bajas de Van de Beek, Bryan Gil, Krejci y Yangel Herrera. Además, Miguel Gutiérrez no se ha recuperado a tiempo y jugadores como Stuani o Portu están entre algodones por molestias musculares.

Míchel y los escudos de Girona y Liverpool
Míchel y la previa del Girona-Liverpool | Canva

Pese a todo, Míchel confía en su plantilla. “Necesito a todos conectados. Sé que lo están. El staff técnico ha hecho un gran trabajo en mi ausencia y los jugadores están comprometidos”. Un mensaje que busca unir al vestuario en el tramo más exigente del calendario.

La emoción del reencuentro

A su llegada a los entrenamientos, Míchel fue recibido con un pasillo entre bromas, collejas y abrazos. Fue un gesto espontáneo del equipo, consciente del valor que tiene su entrenador tanto en lo deportivo como en lo humano. El vestuario lo considera un referente, y su ausencia se notó.

Durante el partido contra el Villarreal, Míchel tuvo que seguir el encuentro desde casa, viéndolo por el teléfono con retraso. “Es horrible ver así un partido, sin poder intervenir, sin saber lo que pasa en directo”, confesó. Su frustración era evidente, pero también lo fue su confianza en el cuerpo técnico.

Reconocimiento de sus jugadores

Uno de los momentos más emotivos llegó tras el Clásico entre Barça y Madrid. Eric García, autor del primer gol azulgrana en la remontada, tuvo unas palabras especiales para su antiguo entrenador: “Gracias a Míchel jugué en muchas posiciones. Hoy he podido disputar un Clásico como titular por todo lo que aprendí con él”.

Míchel agradeció ese gesto. “Eric es un jugador top. Me escribió en privado preguntando cómo estaba. Eso dice mucho de él”. Este intercambio confirma la huella que el técnico ha dejado no solo en Girona, sino también en jugadores que hoy brillan en clubes grandes.

La noticia que nadie esperaba

Pero lo que ha dado aún más profundidad a este regreso ha sido una confesión que Míchel dejó para el final. Sin dramatismo, pero con honestidad, explicó por qué no estuvo en el partido anterior: le detectaron una trombosis venosa profunda en la pierna izquierda. Fue hospitalizado, sometido a pruebas, y solo este domingo recibió el alta médica.

“Me hicieron un TAC, completaremos estudios ambulatorios, pero ya estoy bien”, dijo, con una sonrisa calmada. El dato sorprendió a todos, porque hasta ese momento no había trascendido la gravedad del episodio. Su regreso, ahora, cobra una dimensión aún mayor.

Míchel ha vuelto. El Girona respira. Pero la permanencia aún no está garantizada, y ahora, más que nunca, todo el grupo deberá estar a la altura del ejemplo de su entrenador. Porque en esta lucha, ya no se trata solo de fútbol.