Un jugador de fútbol con una expresión seria está superpuesto sobre un estadio vacío junto a un emoji llorando.

John, el desconocido padre de Frenkie de Jong: El tierno abrazo con su hijo

La noticia ha sorprendido al entorno del futbolista del Barça

El Clásico del 11 de mayo de 2025 no solo dejó un resultado memorable en el Estadi Olímpic Lluís Companys, sino también una de las imágenes más emotivas de la temporada. Frenkie de Jong, capitán del FC Barcelona, se dirigió a la grada nada más acabar el partido para abrazar a su padre, John de Jong. Ese gesto familiar, en una noche de máxima tensión y euforia, captó la esencia más humana del fútbol.

Después de una remontada histórica ante el Real Madrid, y con LaLiga prácticamente sentenciada a favor del Barça, el centrocampista neerlandés protagonizó una escena que emocionó a miles de aficionados. Su carrera directa hacia la grada fue tan sincera como poderosa: buscaba compartir con su padre el orgullo de haber liderado a su equipo en una de las victorias más importantes de la temporada.

Declaraciones tras el Clásico

Las cámaras de LaLiga captaron el momento exacto en que De Jong y su padre se fundieron en un abrazo largo y lleno de emoción. John, con una camiseta retro del Barça y un brazalete de capitán como el de su hijo, no pudo contener las lágrimas. El gesto fue aplaudido por los hinchas más cercanos y rápidamente se convirtió en una imagen viral en redes sociales.

Joan Laporta y Frenkie de Jong
Frenkie de Jong, Joan Laporta y el escudo del Barça al fondo | Canva

Tras el encuentro, De Jong publicó una imagen familiar en Instagram, junto a su pareja Mikky Kiemeney y su hijo Miles. “Noche mágica. Gracias por estar siempre. Esto también es vuestro”, escribió el jugador. No era la primera vez que compartía imágenes familiares, pero sí la más significativa. Era su forma de decir que el triunfo era colectivo, más allá del vestuario.

Otros jugadores también celebraron con sus seres queridos. Fermín López publicó una imagen con su pareja Berta Gallardo tras haber cumplido años y anotar un gol anulado en los minutos finales. Lewandowski jugó con sus hijas en el césped, y Pedri posó con su familia y el atleta Álex Roca, presente en las gradas.

De Jong celebrando uno de los goles de anoche
Frenkie de Jong celebrando un gol | FCB

Un gesto que trasciende el fútbol

La celebración de De Jong llegó en un contexto marcado por la tensión del partido, con decisiones arbitrales polémicas que dejaron mucha discusión. El abrazo con su padre ofreció una pausa emocional en medio del ruido mediático, recordando que el fútbol también es familia, sentimientos y vínculos que van más allá del marcador.

En un equipo que ha sabido reconstruirse tras las eliminaciones europeas, este tipo de gestos refuerzan la conexión entre jugadores y afición. De Jong no solo es uno de los pilares del centro del campo, sino también un ejemplo de compromiso y cercanía con el club. Su liderazgo emocional empieza a pesar tanto como el táctico.

Durante la temporada, ya se le había visto en más de una ocasión acercándose a su familia tras los partidos. Sin embargo, lo que ocurrió tras el Clásico tiene un valor especial. Por el contexto, por la trascendencia del resultado y por el simbolismo del gesto. Fue una de esas escenas que se quedan grabadas en la memoria colectiva del barcelonismo.

Impacto en la afición y medios

Las redes sociales se llenaron de comentarios elogiando la actitud del neerlandés. En TikTok, el vídeo del abrazo superó los cinco millones de visualizaciones en menos de 24 horas. Comentarios como “Esto también es fútbol”, “Más que un jugador, un hijo” o “Capitán dentro y fuera del campo” se repitieron entre los aficionados.

Medios catalanes y nacionales destacaron la imagen como una de las más icónicas del Clásico. Joan Laporta incluso compartió el momento en sus redes, calificándolo de “instante de orgullo”. Fue una imagen que unió al entorno blaugrana en medio de la emoción por un triunfo clave en la lucha por LaLiga.

En una noche de remontada, goles y polémica, Frenkie de Jong protagonizó el momento más sincero y emotivo del Clásico. Su abrazo con su padre no solo cerró el partido con una nota humana, sino que confirmó que este Barça está unido dentro y fuera del campo. Un gesto que no da puntos, pero sí deja huella.