El Real Madrid llegaba al penúltimo partido en casa con la obligación moral de regalar una victoria a su afición. La temporada, marcada por la irregularidad y las continuas decepciones, demandaba al menos un gesto de dignidad antes de la inevitable proclamación del FC Barcelona como campeón de LaLiga. Las circunstancias eran complicadas: solo 12 jugadores del primer equipo disponibles y 8 canteranos convocados para enfrentar a un Mallorca hambriento por alcanzar plazas europeas.
La jornada en el Santiago Bernabéu comenzó como resumen perfecto de la temporada merengue: con desidia y errores defensivos. Apenas transcurrían 11 minutos cuando Martin Valjent adelantó al Mallorca. El panorama parecía aún más sombrío considerando las numerosas bajas y el ambiente de despedida a Carlo Ancelotti, quien finalizará su etapa madridista al concluir la campaña.
Sin embargo, tras una primera parte gris y desalentadora, el equipo mostró otra cara en la segunda mitad. Liderado por Kylian Mbappé, que volvió a demostrar su categoría, y respaldado por el entusiasmo de los canteranos, los blancos dieron vuelta al marcador. Primero con un gol del francés en el minuto 68, y finalmente, en una jugada emotiva, el joven Jacobo anotó en el último suspiro del partido.
Victoria simbólica
Este resultado mantiene temporalmente al Real Madrid en la segunda plaza, aunque lejos del título, que parece reservado ya al Barcelona. La victoria no maquilla una campaña decepcionante en términos generales, especialmente considerando el alto presupuesto del club y la calidad individual disponible en la plantilla.
Una estadística reveladora de la temporada es la baja participación y rendimiento de jugadores clave como Vinícius Jr. y Rodrygo, que no estuvieron disponibles ante el Mallorca. Por el contrario, figuras como Mbappé y los jóvenes de la cantera, como Jacobo y Vallejo, quien ofreció una asistencia clave, aprovecharon la oportunidad para demostrar que el hambre y compromiso pueden valer más que el talento individual sin entrega.
El mensaje contundente de Josep Pedrerol
Tras el partido, Josep Pedrerol lanzó un mensaje potente en su editorial del programa 'El Chiringuito', generando impacto inmediato en el entorno madridista. "Peleando así como en la segunda parte, otro gallo cantaría. Otro gallo cantaría en esta liga y en los resultados del Real Madrid", afirmó el periodista.
Pedrerol destacó especialmente el liderazgo demostrado por Mbappé y criticó indirectamente a las figuras consagradas que, según su análisis, han fallado esta temporada. "Con Mbappé como auténtico líder y sin Vinícius ni Rodrygo. Con los canteranos, con un pase decisivo de Vallejo, que no había jugado en toda la temporada, y un gol decisivo de Jacobo. Conclusión: más cantera y menos estrellitas", sentenció con firmeza.
Este comentario refleja una percepción cada vez más extendida entre aficionados y expertos: el Real Madrid necesita recuperar la esencia competitiva, la garra y la humildidad que históricamente han caracterizado al club. El partido frente al Mallorca dejó claro que cuando se apela al esfuerzo colectivo y al compromiso de jugadores jóvenes y hambrientos, el equipo responde.