En la Costa del Sol, la afición se mantiene atenta a cada movimiento del club, mientras el mercado de fichajes comienza a ganar temperatura. Este verano, el Málaga vuelve a colocarse en el centro de todas las miradas. La entidad de Martiricos, tras una campaña llena de altibajos, afronta semanas decisivas en la configuración de una plantilla que busca volver a ilusionar a La Rosaleda.
El cierre de temporada ha traído consigo una profunda remodelación en el vestuario blanquiazul. El club, fiel a la tradición del 30 de junio, ha confirmado la salida de varios jugadores, entre ellos Roko Baturina, Kevin Medina, Manu Molina, Dioni, Yanis Rahmani y el joven Antoñito Cordero. Seis futbolistas que, por distintos motivos, no continuarán defendiendo la camiseta del Málaga en la próxima campaña.
Destaca el caso de Rahmani, cuyo rendimiento no ha cumplido las expectativas tras llegar con el cartel de fichaje ilusionante. Tampoco Baturina, que solo firmó tres tantos en toda la temporada. Estas salidas dejan hueco para nuevas incorporaciones y, sobre todo, para un fichaje que puede cambiar la cara al proyecto: el regreso de Joaquín Muñoz.

El regreso más esperado: Joaquín Muñoz, objetivo prioritario
La dirección deportiva malaguista, liderada por Loren Juarros, ya ha movido ficha de manera decidida, tal y como han apuntado desde diversos portales deportivos. El extremo Joaquín Muñoz, malagueño de nacimiento y con pasado en el club, es la prioridad absoluta para reforzar el ataque. Tras finalizar contrato con el Huesca, el futbolista se encuentra libre y su deseo, según ha trascendido, es regresar a casa.
En el club son optimistas, pues la oferta sobre la mesa satisface tanto las expectativas económicas como la estabilidad que busca el futbolista. El acuerdo podría cerrarse en breve y convertir a Joaquín Muñoz en el primer fichaje del verano, justo a tiempo para el inicio de la pretemporada el 7 de julio.
La competencia se intensifica: Sporting, Depor, Valladolid y Cádiz no pierden la pista
Pero el Málaga no está solo en la carrera. El nombre de Joaquín Muñoz figura en las agendas de varios clubes con historia en el fútbol español. Sporting de Gijón, Deportivo de la Coruña, Valladolid y Cádiz han mostrado interés en el extremo, conscientes de que su perfil puede marcar diferencias en la próxima campaña de LaLiga Hypermotion. A pesar de la competencia, la ventaja del Málaga radica en el factor emocional: el jugador prioriza volver a su tierra, un deseo que ha comunicado a su entorno más cercano.
Joaquín Muñoz llega a la madurez futbolística a los 26 años. Sus números en la última temporada en el Huesca —siete goles y tres asistencias en 35 partidos— demuestran su capacidad para desequilibrar en banda. El cuerpo técnico, encabezado por Sergio Pellicer, ve en él al heredero natural del ’11’ tras la salida de Kevin Medina. Muñoz ya conoce la casa y al vestuario, un punto a favor para acelerar su adaptación. La plantilla malaguista, en plena reconstrucción, necesita referentes capaces de aportar velocidad, desborde y gol. El club confía en que su llegada impulse la competitividad interna y devuelva la ilusión a una afición exigente.