En el fútbol moderno, donde cada movimiento se analiza al milímetro y las operaciones se negocian hasta el último detalle, hay decisiones que destacan por su brillantez. El Real Betis ha conseguido lo que parecía impensable hace apenas unos meses: recuperar la mejor versión de un jugador que costó casi 100 millones de euros. Lo más curioso es que lo ha hecho por apenas una fracción de ese coste y con un impacto inmediato.
Los números no engañan. En apenas 11 partidos disputados con el Betis, Antony ya ha marcado 4 goles y repartido 4 asistencias, datos que mejoran con creces los de sus últimas temporadas en Old Trafford.
El brasileño ha caído de pie en Sevilla, tanto en lo deportivo como en lo personal. "Me quiero quedar un año más", repite cada mañana según revela el CEO bético Ramón Alarcón a Canal Sur Radio. La comodidad, el respaldo del club y la confianza plena de Manuel Pellegrini han obrado el milagro. Todo apunta a que el Betis y el jugador quieren seguir de la mano, pero las condiciones económicas lo convierten en una operación delicada. Aunque no imposible.
Las claves de una negociación compleja
Antony pertenece al Manchester United, donde tiene contrato hasta 2027 y una ficha anual cercana a los 10 millones de euros. Actualmente, el Betis solo asume 1,6 millones, en su cesión temporal. Sin embargo, si desea retenerlo para la temporada 2025/26, el club andaluz deberá hacer malabares financieros y buscar fórmulas creativas.
Una opción en estudio es compartir la propiedad de sus derechos con un tercero, como ya se hiciera con Emerson Royal o Chadi Riad en operaciones conjuntas con el FC Barcelona. También podría incluirse algún compromiso con el United para no dejar escapar al jugador sin contraprestación. Por ahora, no hay cláusula de compra ni acuerdo verbal.
Champions, Mundial y presión del jugador
La posible clasificación para la Champions League 25/26 es un aliciente clave. No solo aumentaría los ingresos del club, sino que también haría más atractiva la continuidad del brasileño, quien ha sido preconvocado nuevamente por la selección de Brasil tras dos años de ausencia. No hay que olvidar que el Mundial de 2026 está a la vuelta de la esquina y Antony quiere estar allí.
Además, su postura es firme: prefiere quedarse en Sevilla antes que regresar a Inglaterra. En sus propias palabras, se siente “feliz” y “valorado”. Un entorno perfecto que el Betis ha sabido construir con inteligencia.
El caso de Antony es un ejemplo de cómo un club con menos recursos puede competir con los grandes si toma decisiones acertadas. El Betis ha devuelto al brasileño su mejor nivel, y él ha respondido con goles, asistencias y liderazgo. Ahora, la directiva verdiblanca debe mover ficha para cerrar esta jugada maestra.