El Clásico entre el Real Madrid y el FC Barcelona, celebrado en el Santiago Bernabéu, fue escenario de un episodio que oscurece la brillante exhibición futbolística del equipo azulgrana en la segunda mitad. El Barça, liderado por un sólido y creativo Hansi Flick, aplastó al Real Madrid con un contundente 0-4, demostrando una superioridad en todas las facetas del juego y dejando al equipo blanco sin opciones de reacción. Sin embargo, la gran actuación de los jugadores azulgranas, y en particular del joven talento Lamine Yamal, quedó ensombrecida por la lamentable conducta de algunos seguidores madridistas que profirieron insultos racistas contra la promesa culé tras su gol.
Lamine Yamal, de tan solo 17 años, se convirtió en uno de los protagonistas del partido al anotar un gol en el Santiago Bernabéu. Fue el 0-3 tras un pase de Raphinha. El de Mataró chutó con su pierna menos buena y consiguió un gol de una bella factura. Su tanto, acompañado de la habitual celebración, generó una reacción airada en una parte de la afición del Madrid.
En diversos vídeos difundidos en redes sociales se pueden escuchar insultos racistas dirigidos hacia el joven jugador, entre ellos expresiones como “Puto negro”, “Puto moro” y "Mena de mierda". Estos comentarios son inaceptables en cualquier contexto, pero su gravedad se intensifica cuando se producen en el marco de uno de los partidos más importantes y seguidos a nivel mundial, como es el Clásico de la liga española.
Lamine Yamal da una lección a los que le atacan
La reacción de Lamine Yamal fue ejemplar: el jugador optó por ignorar los insultos y continuó celebrando su tanto junto a sus compañeros, mostrando una madurez sorprendente para su corta edad. A pesar de la hostilidad en las gradas, Lamine mantuvo la compostura y exhibió la mejor de sus sonrisas, consciente de la importancia de su actuación en el campo y del impacto positivo que su presencia tiene en el equipo azulgrana.
La actitud de Lamine fue una muestra de fortaleza y profesionalismo, enviando un mensaje de resiliencia ante la adversidad y evidenciando que no se dejará amedrentar por la intolerancia de algunos seguidores.
Lo ocurrido con Lamine Yamal recuerda situaciones similares vividas por Vinicius Jr., la estrella brasileña del Real Madrid, quien ha sido víctima de insultos racistas en varios estadios de LaLiga.
En múltiples ocasiones, Vinicius ha tenido que soportar comentarios despectivos por parte de aficionados rivales, especialmente en estadios como Mestalla. Unos insultos que sí han sido condenados por la caverna mediática, a diferencia de los recibidos por Lamine Yamal.
¿Qué hará el Real Madrid?
El próximo paso está en manos de LaLiga y del Real Madrid, quienes tienen la oportunidad de dar un ejemplo de responsabilidad y compromiso. Lo ocurrido en el Bernabéu no debe quedar en un simple incidente aislado; es fundamental que se actúe con determinación para enviar un mensaje claro de que el racismo no tiene lugar en el deporte ni en la sociedad.