El 17 de septiembre de 1968, nacía en Bellcaire d'Empordà, Girona, uno de los personajes más queridos y recordados por los aficionados del Fútbol Club Barcelona: Francesc "Tito" Vilanova. Hoy, Tito habría cumplido 56 años, y su legado sigue vivo no solo en el Barça, sino en el mundo del fútbol. Aunque su carrera como primer entrenador del club fue breve, la huella que dejó tanto en el terreno de juego como fuera de él es incuestionable.
El ascenso de Tito en el Barça
Tito Vilanova inició su carrera como jugador en las categorías inferiores del Barça, aunque nunca llegó a consolidarse en el primer equipo. Tras su retiro como futbolista, Vilanova decidió dedicarse a la formación y dirección técnica, especializándose en la gestión de talentos jóvenes, donde comenzó a destacar. Su primera gran oportunidad llegó cuando Pep Guardiola lo incorporó como su segundo entrenador en el Barça B en 2007.
Ese mismo dúo ascendería rápidamente al primer equipo en 2008, donde juntos lograron una de las eras más exitosas en la historia del club. Como asistente de Guardiola, Tito fue fundamental en el desarrollo de la estrategia que llevaría al equipo a conquistar títulos tanto en España como en Europa. Se le atribuye gran parte del éxito táctico del "tiki-taka", un estilo de juego que prioriza la posesión de balón y los pases rápidos, controlando el ritmo del partido y sometiendo al rival. Durante este tiempo, el Barça ganó, entre otros títulos, tres Ligas de Campeones, tres Ligas españolas y dos Copas del Rey.
El año al mando: 2012-2013
En 2012, después de la salida de Guardiola, Tito asumió la tarea de dirigir al primer equipo en solitario. Su paso por el banquillo fue, a pesar de las dificultades personales, extremadamente exitoso. Bajo su liderazgo, el Barça consiguió la Liga de los 100 puntos, un récord en la liga española, mostrando un dominio absoluto sobre sus rivales. Sin embargo, lo más admirable de ese año fue cómo Vilanova logró gestionar tanto su enfermedad como las demandas de un equipo que no cesaba en su ambición de ganar.
Lamentablemente, a mitad de temporada, Tito tuvo que apartarse temporalmente para tratarse de un cáncer en la glándula parótida, que ya había sido diagnosticado en 2011. A pesar de su lucha contra la enfermedad, Vilanova volvió para culminar la temporada, demostrando una valentía admirable que despertó la admiración tanto a los jugadores como a los aficionados. Finalmente, su salud lo forzó a dejar el puesto a mediados de 2013.
Un legado más allá de los títulos
El legado de Tito Vilanova va mucho más allá de los trofeos que conquistó. Se le recuerda como un hombre sencillo, cercano y extremadamente trabajador, que siempre antepuso los valores del club y el bienestar de sus jugadores a cualquier otra cosa. Su filosofía de juego, inspirada en el amor por la posesión y el respeto al fútbol ofensivo, es un ejemplo que ha continuado influyendo en generaciones de entrenadores y futbolistas del Barça.
Vilanova también es recordado por la forma en que enfrentó su enfermedad. Con discreción y dignidad, Tito nunca permitió que el cáncer definiera su carrera ni su vida. Su fallecimiento, en abril de 2014, dejó un vacío inmenso en el club y en el fútbol en general. El estadio Camp Nou y la ciudad de Barcelona fueron escenario de numerosas muestras de afecto y respeto en los días posteriores a su muerte.
Homenajes y recordatorios
Desde su fallecimiento, el Fútbol Club Barcelona ha rendido varios homenajes a Tito Vilanova. La Ciutat Esportiva, donde entrenan el primer equipo y las categorías inferiores, lleva su nombre en reconocimiento a su contribución al club. Además, cada 25 de abril, fecha de su fallecimiento, se recuerdan los momentos más importantes de su vida y carrera, con numerosos mensajes de apoyo y cariño en redes sociales por parte de exjugadores, aficionados y el club.
Hoy, en el que hubiera sido su 56º cumpleaños, Tito sigue presente en la memoria de todos los culés. Aunque su paso como entrenador fue breve, su impacto fue enorme, y su legado sigue influyendo en el fútbol moderno y en la cultura del Barça.