El FC Barcelona está a punto de concretar una de las operaciones más importantes de este mercado invernal: la reinscripción de Dani Olmo y Pau Víctor. Tras semanas de incertidumbre, el club blaugrana ha recibido la confirmación de que finalmente cumple la llamada “regla del 1-1” del límite salarial. Esto supone un giro radical en la situación, después de que ambos futbolistas quedaran desinscritos el 31 de diciembre, cuando expiró la ventana provisional concedida a causa de la baja de larga duración de Andreas Christensen.
LaLiga, que en un principio había dado de baja las fichas de los dos jugadores por falta de garantías económicas, reconoce ahora que el ingreso procedente de la venta de los palcos VIP —valorado en cerca de 60 millones de euros— es válido. Se trata de un acuerdo que el presidente Joan Laporta ha venido negociando en silencio para obtener ese margen de maniobra que le permita cumplir con las exigencias de “fair play” financiero. La jugada, catalogada por algunos como una “maestría financiera”, ha abierto la puerta a la normalización de la situación contractual de Olmo y Pau Víctor.
El rol de la Federación en la decisión final
No obstante, la inscripción de ambos futbolistas no se producirá de manera automática. Según ha trascendido, LaLiga ha derivado el asunto a los servicios jurídicos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), dado que se trata de un caso con aristas legales complejas. El Barça ya ha presentado sus alegaciones y confía en que la resolución sea positiva en cuestión de horas o, como mucho, de unos pocos días. Desde la cúpula culé se respira optimismo: se considera que todos los pasos se han dado con escrupulosa legalidad.
Fuentes internas del Barça señalan que, si todo marcha según lo previsto, el sábado o, como fecha tope, el martes próximo, podría haber “fumata blanca”. Hablamos de dos jugadores claves para el técnico Hansi Flick: Dani Olmo es un mediapunta con gol y gran visión de juego, mientras que Pau Víctor ha demostrado un potencial tremendo en su cesión anterior.
La resolución de este caso trasciende lo meramente futbolístico, pues representa un alivio para el FC Barcelona en su delicada situación financiera. El éxito de la operación con la venta de los palcos VIP demuestra la habilidad de Joan Laporta y su equipo a la hora de sortear los escollos económicos impuestos por LaLiga. Estas “palancas” o acuerdos estratégicos han permitido a la entidad cumplir con las directrices del “fair play” y reforzar su plantilla sin incurrir en grandes deudas. Pero veremos cómo termina todo.