El Manchester United atraviesa una situación tensa en las últimas semanas, con el foco puesto en su delantera y los planes de futuro de la entidad inglesa. El club de Old Trafford afronta la recta final del mercado invernal con incógnitas sobre la continuidad de algunos de sus referentes. Al mismo tiempo, desde España llegan rumores de un interés azulgrana que podría desembocar en uno de los movimientos más sonados del cierre de ventana.
El protagonista de esta historia es Marcus Rashford, quien vive un momento complicado bajo la dirección de Rúben Amorim. El entrenador portugués fue contundente tras el partido contra el Fulham, dejando claro que el ‘10’ no cumple los requisitos de esfuerzo que él exige en cada entrenamiento. “Prefiero poner a Jorge Vital (el preparador de porteros) antes que un futbolista que no da el máximo cada día”, afirmó, sentenciando de forma casi definitiva al atacante inglés.
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El divorcio viene de lejos, pues el delantero perdió protagonismo a mediados de diciembre, y cada nueva convocatoria refuerza la idea de que su etapa como red devil está en fase de extinción. Amorim insistió en que los motivos son siempre los mismos: falta de compromiso en el día a día. Para él, no hay excusas posibles, y si Rashford no cambia su dinámica, el técnico no piensa revisar su decisión.
Bajarse el sueldo, clave
Con este panorama, el FC Barcelona sigue de cerca la situación, a pesar de que solo queda una semana para el cierre del mercado. Según informaba Marca, además, el jugador estaría dispuesto a ajustar su salario para encajar en el exigente tope salarial del club culé, que no puede competir con las cifras que ingresaba en el Manchester United.
El principal desafío del Barça radica en el Fair Play Financiero, que incluso tras la venta de los asientos VIP de su estadio no permite grandes alardes. Se ha especulado con la salida de jugadores como Ansu Fati o Christensen para liberar masa salarial, y así abrir la puerta a la posible llegada de Rashford. Además, la entidad catalana también busca cerrar en estos días la venta de Unai a Arabia Saudí, lo que podría proporcionar más margen económico.
Resulta significativo que el delantero inglés, formado en la cantera del United y símbolo del equipo durante varias temporadas, contemple seriamente abandonar su casa. El divorcio con Amorim parece total y el futbolista no quiere prolongar la incertidumbre. Encontrar un nuevo destino donde retomar su mejor versión es su gran prioridad, y el Camp Nou se presenta como un escenario perfecto para ese relanzamiento.
El calendario aprieta y el mercado cierra el 3 de febrero a las 23.59 h, por lo que cada hora que pasa puede resultar determinante. El Barcelona, con la urgencia de reforzar su ofensiva, aguarda cualquier movimiento que facilite esta incorporación de última hora. Al mismo tiempo, Rashford mira con cierto anhelo la posibilidad de vestir de azulgrana, siempre y cuando el encaje económico y deportivo se cumpla. En los próximos días se sabrá si este giro de 180º desemboca finalmente en la firma de un contrato que revolucione el ataque culé.