El FC Barcelona no detiene su actividad en el mercado de fichajes. Con Joan Garcia ya cerrado, en los despachos del club catalán no se descansa. La prioridad sigue siendo reforzar algunas posiciones clave con jugadores que se adapten al modelo de juego azulgrana y que, además, encajen en la situación económica del club, aún sujeta a las restricciones de LaLiga.
Una de las posiciones que más atención está recibiendo en las últimas semanas es el lateral derecho. Jules Koundé ha cumplido en ese puesto, pero no es su posición natural y su futuro podría estar vinculado a la zaga central. Por eso, la dirección deportiva ha activado varios nombres para reforzar ese flanco de la defensa.
Un nuevo perfil para el lateral derecho
El perfil que busca el Barça es claro: un jugador joven, con proyección internacional, experiencia en una liga europea competitiva y que pueda asentarse a largo plazo en el Camp Nou. En este sentido, el club ha sondeado el mercado alemán, el italiano y también el francés, donde ha encontrado una de las opciones que más gustan.
Aunque no se trata de una operación prioritaria —otras carpetas como la de Nico Williams están más avanzadas—, desde la dirección deportiva se está preparando el terreno por si hay margen económico para acometer el fichaje. En cualquier caso, el lateral derecho será reforzado si se produce alguna venta importante o si LaLiga da luz verde al plan de viabilidad culé.
Competencia internacional y obstáculos financieros
Según informa el medio brasileño UOL, el Barcelona ha intensificado los contactos con el AS Mónaco para hacerse con un lateral derecho que lleva tiempo en la órbita de grandes clubes europeos. El Tottenham, por ejemplo, también ha mostrado interés y podría presentar competencia directa en las próximas semanas.
El principal obstáculo para que el fichaje se concrete es económico. El Mónaco pide 35 millones de euros, una cifra que el Barça considera elevada teniendo en cuenta sus restricciones presupuestarias. Además, las diferencias fiscales entre España e Inglaterra podrían hacer que el club francés perciba menos dinero neto en caso de una venta a la entidad azulgrana.
Aun así, el Barça confía en que el jugador dé prioridad a unirse al equipo catalán, motivado por el proyecto deportivo, la posibilidad de disputar la Champions League y el potencial de crecimiento bajo las órdenes de Hansi Flick.
Un lateral moderno con recorrido ofensivo
El jugador en cuestión ha disputado ya más de 120 partidos en la Ligue 1, acumulando 8 goles y 14 asistencias. Su regularidad le ha permitido entrar en las convocatorias de la selección brasileña absoluta, donde se ha consolidado como una de las grandes promesas para el futuro del combinado sudamericano.
Con 23 años, se trata de un lateral moderno, con buena lectura táctica, capacidad para sumarse al ataque y mucha velocidad para incorporarse por banda. Sería una pieza valiosa tanto en un esquema de cuatro defensas como en línea de tres centrales con carrileros largos.
Su llegada no solo reforzaría la defensa del Barça, sino que permitiría liberar a Koundé y dotar de más recursos a una plantilla que aspira a volver a competir con los grandes de Europa.
Un fichaje estratégico que ilusiona
La operación no es fácil, pero en Can Barça hay optimismo. Si las condiciones se ajustan y LaLiga aprueba los movimientos económicos del club, el fichaje podría concretarse a lo largo del mes de julio. De cerrarse, sería una apuesta de presente y futuro que encajaría perfectamente en el nuevo ciclo que quiere inaugurar Joan Laporta.
Y el nombre del jugador que lo reúne todo —proyección, talento, experiencia y ambición— es Vanderson.