El Atlético de Madrid vuelve a mirar al FC Barcelona con la idea de pescar en aguas blaugranas. Tras el “éxito parcial” de la cesión de Clément Lenglet, el conjunto rojiblanco se plantea repetir la fórmula con otro central.
Esta vez, el objetivo sería Andreas Christensen, un defensor danés de 28 años que no ha tenido la continuidad esperada esta temporada. Debido a problemas físicos y a su aparente encaje incierto en los planes del nuevo técnico culé, Hansi Flick.
Sin presencia esta temporada
Las estadísticas de Christensen con el Barça muestran una presencia reducida en la presente campaña. El jugador sufre una irritación crónica del tendón de Aquiles que le ha impedido ser inscrito en varios encuentros de LaLiga.
A pesar de ello, nadie duda de la categoría que atesora el central danés: es un zaguero con buena salida de balón, lectura de juego y un notable juego aéreo. Estas cualidades encajan de lleno en la propuesta defensiva de Simeone, quien busca solidez en la zaga y, a la vez, centrales con capacidad para iniciar la jugada.
Además, el futuro de Christensen en el Camp Nou se complica ante los rumores sobre la posible llegada de Jonathan Tah. Defensor del Bayer Leverkusen al que Hansi Flick pretende como prioridad para reforzar la plantilla.
El propio FC Barcelona, inmerso en serios ajustes económicos, podría verse obligado a liberar masa salarial para dar cabida a nuevos fichajes de cara a la temporada 2025-2026. La salida de Christensen, por tanto, se presenta como una oportunidad para aliviar las cuentas y permitir la inscripción de los futuros refuerzos.
El Atlético le sigue de cerca
Por su parte, el Atlético de Madrid valora la opción de repetir la fórmula Lenglet: una cesión con opción de compra que resulte asequible para las arcas colchoneras. Es la manera ideal de reforzar la defensa sin realizar un desembolso inmediato que comprometa la planificación deportiva o económica.
El equipo rojiblanco ha demostrado, con la experiencia de Clement Lenglet, que se adapta muy bien a centrales con perfil técnico y experiencia en clubes de primer nivel. Simeone, acostumbrado a exprimir el máximo de sus futbolistas, querría incorporar al danés para formar un tándem de garantías con otros defensas.
Sin embargo, se antoja una operación complicada. El FC Barcelona no quiere prescindir de un jugador al que todavía valora mucho por su recorrido internacional y que podría revalorizarse si superara definitivamente sus problemas físicos. Las divergencias entre lo que el Barça podría exigir (una compensación económica razonable).
Y lo que el Atlético de Madrid está dispuesto a pagar en concepto de cesión (o de opción de compra) hacen que la negociación se presente llena de tiras y aflojas. En todo caso, el Atlético de Madrid mantiene una relación estrecha con el FC Barcelona en el apartado de traspasos y cesiones. Casos como Griezmann, Suárez o el propio Lenglet han demostrado que ambos clubes son capaces de sentarse a negociar en busca de un beneficio mutuo.
Si las conversaciones fructifican, el “fichaje imposible” podría convertirse en uno de los grandes movimientos del próximo verano. De no ser así, el destino de Christensen quedará al aire, con la duda de si el Barça logrará reubicarlo en un proyecto donde la sombra de nuevos fichajes le acecha.