La tensión en el vestuario del FC Barcelona alcanzó niveles preocupantes tras la agónica victoria por 4-3 frente al RC Celta de Vigo en Montjuïc. Más allá de la euforia por la remontada, el partido dejó al descubierto un malestar creciente entre varios jugadores que se sintieron ninguneados por las decisiones de Hansi Flick.
Ansu Fati, que calentó durante toda la segunda parte sin llegar a disputar un solo minuto, estalló de rabia al regresar al banquillo, lanzando el peto y pateando una nevera en señal de protesta. Por su parte, Héctor Fort, canterano que esperaba tener minutos, se negó a saludar al técnico tras el pitido final, evidenciando su descontento por la falta de oportunidades.
Quejas de Ferran Torres
Sin embargo, el caso más llamativo fue el de Ferran Torres. El delantero valenciano, autor del primer gol del encuentro y uno de los más activos en ataque, fue sustituido en el minuto 59, decisión que no entendió y que provocó una reacción airada. Torres mostró su enfado al chutar un balón con fuerza y apartar de forma brusca al segundo entrenador, Marcus Sorg, cuando este intentó calmarlo.
Esta actitud de Ferran, aunque comprensible desde la perspectiva de un jugador que se siente en forma y determinante, resulta preocupante en un momento crucial de la temporada. Con la lesión de Robert Lewandowski, que podría estar fuera de los terrenos de juego durante tres semanas, se esperaba que Torres asumiera un rol más protagonista.
Sin embargo, su reacción desafiante hacia el cuerpo técnico podría tener consecuencias negativas, tanto en su relación con Flick como en su posición dentro del equipo. El entrenador alemán ha demostrado tener una idea clara de su once titular y no parece dispuesto a tolerar actitudes que puedan desestabilizar el vestuario.
Flick tiene mucho trabajo por delante
La gestión de Flick en este tramo final de la temporada será clave para mantener la armonía en el grupo y asegurar que todos los jugadores estén comprometidos con los objetivos del club. La profesionalidad y el respeto hacia las decisiones del cuerpo técnico deben prevalecer, especialmente cuando el equipo está en plena lucha por el triplete.
Ferran Torres tiene ante sí una oportunidad única para consolidarse como una pieza clave en el ataque del Barça. Para ello, deberá canalizar su frustración de manera constructiva y demostrar en el campo que merece la confianza del entrenador. Solo así podrá contribuir al éxito del equipo y evitar que su actitud se convierta en un obstáculo en su carrera. Son muchos los que consideran que Ferran Torres, autonombrado como 'Tiburón' debería irse del Barça.