En el fútbol, así como en la vida, nada ocurre por casualidad. Todo, absolutamente todo, tiene una explicación detrás; sólo hace falta encontrarla. Donde deben encontrar el porqué de muchas cosas es en el Sevilla, pues el equipo andaluz lleva un par de temporadas sumergido en una dinámica muy lejana a la suya habitual.
Son dos cursos consecutivos en los que los hispalenses centran sus esfuerzos en batallar por el objetivo de la permanencia y no por los puestos de Champions League. Y eso no ha ocurrido así porque sí. Quien ha parecido encontrar un motivo que pueda explicar esta tendencia es precisamente en futbolista que ha vivido en primera persona la decadencia.
Fernando, ahora en el SC Internacional, donde también milita el español Hugo Mallo -así como otros jugones-, concedió una entrevista a Canal Sur Radio. Allí soltó un par de cuchilladas con dirección Sánchez-Pizjuán, haciendo referencia a la falta de competitividad que imperaba el vestuario del Sevilla últimamente.
Las declaraciones de Fernando
Pocas dudas ofrecen las palabras del exjugador de Manchester City y Porto. "Me gustaba un montón el Sevilla, pero vi cosas que no me gustan. A mí me gustaba pelear por ser el cuarto, por competir en Europa o jugar Champions, pero la plantilla no tenía esto para competir. No competíamos donde yo quería estar y mejor salir", confesó.
Luego, añadió: "Empecé a ver que las cosas no salían bien: no tenían la mentalidad de antes, de competir por todos los partidos... Había muchos jugadores a los que les daba igual perder. Había momentos que perdíamos y les daba igual, estaban con una sonrisa y yo no; siempre he sido competitivo".
Pero esto no quedó aquí. El centrocampista brasileño prosiguió en su crítica a sus antiguos compañeros: "Había muchos jugadores que ya pensaban en otros equipos, les daba igual si ganaban o perdían. No tenían ese amor por vestir la camiseta del Sevilla y matarse dentro del campo. Independientemente de si era buen o mal equipo, yo siempre quería ganar. Nosotros ya no hacíamos esto. Empecé a sufrir mucho en casa. Sufro mucho cuando no gano un partido y mi mujer también, porque llego a casa con cara fea".
Con todo, Fernando decidió marcharse el pasado mes de enero del Sevilla para retornar a su país natal y vivir allí una última experiencia futbolística. Cerró su etapa en la capital de Sevilla después de cuatro temporadas y media, con un alto índice de éxito, pues conquistó dos títulos de la Europa League y terminaron cuartos en liga durante tres años consecutivos. En total jugó 167 partidos, anotando 7 goles y brindando 10 asistencias.