La comunidad del Barça celebra hoy un momento muy especial: Lamine Yamal cumple 18 años, un hito que trasciende lo deportivo. Su llegada a la mayoría de edad llega acompañada de una emotiva felicitación en vídeo por parte de sus padres, Mounir Nasraoui y Sheila Ebana, y de una fiesta de lujo que ha encendido las redes. Pero antes de entrar en detalles, conviene entender el contexto humano que ha marcado su camino.
Un mensaje cargado de historia y sentimiento
En el emotivo vídeo, difundido por su padre Mounir en Instagram y TikTok, revive la trayectoria desde su llegada a La Masía siendo un niño. «Cuando llegué a Infantil A, Cadete, ya me doy cuenta de que tengo algo especial», comienza Lamine a sus 18 años.
Acompaña su relato con flashes de su infancia: risas en Mataró, celebraciones callejeras con el emblemático gesto ‘304’ —el código postal de Rocafonda— y el primer entrenamiento en el Barça a los 6 años.
El joven extremo, que ya avisaba de su ambición, remata su testimonio: «Quiero traer la Champions a casa». Un deseo que alimenta sueños tanto en Can Barça como en la Selección; fue clave en la reciente conquista de La Liga, Copa del Rey y Supercopa.
Las palabras de sus padres, un abrazo emocional
La madre, Sheila Ebana, aparece en las imágenes expresando su amor con la naturalidad de quien ha sido pilar y guía. «Aunque los años pasen… en mi corazón seguirás siendo mi pequeño», escribe, recordando los largos días trabajando tras preparar la comida y velando por su educación.
En el mismo clip, Mounir lo acompaña con orgullo y una certeza palpable: «Él siempre lo ha tenido dentro. Cuando nació, supe que sería una estrella». Su admiración por el talento zurdo de su hijo, replicada en el mural que pinta en casa, no oculta el cariño de un padre que acompaña cada salto, cada gol, cada logro.
Una celebración por todo lo alto... aunque Lamine Yamal ha cumplido siendo de los primeros en llegar a la Ciutat Esportiva
La fiesta que siguió al vídeo se convirtió en uno de los eventos mejor guardados del verano. Tuvo lugar en una masía en Olivella, alquilada por 40.000 euros esta semana, con medidas de seguridad extremas: drones, cámaras termográficas y prohibición de móviles. Participaron estrellas del Barça como Gavi o Balde, influencers y artistas de renombre —Quevedo, Bad Gyal, Bizarrap y Ozuna—, además de un emotivo momento musical con Chimbala y el propio Lamine.
Pero no todo fue espectáculo. Al mediodía, una comida íntima en el restaurante La Cúpula del Garraf reunió a sus padres, su abuela Fátima y un círculo cercano. Allí, Mounir proyectó imágenes de infancia mientras renovaba su bendición: un «Que Dios te bendiga en tu nueva vida» que conmovió a la mesa.
Un mañana ya enfocado al futuro
La fiebre de celebración no le ha hecho perder el ritmo. Apenas descanso, Lamine se incorporó hoy mismo a los entrenamientos de pretemporada en la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Su mayor logro, sin embargo, ya está firmado: un contrato hasta 2031 que le asegura el dorsal 10 y consolida una renovación histórica para el club.