El fútbol español de Segunda División está disfrutando este curso de un histórico como el Deportivo de la Coruña, que ha regresado al circuito profesional con energías renovadas y una afición deseosa de volver a ver a su equipo instalado en la élite. Bajo la dirección de Óscar Gilsanz, el club gallego ha superado con nota las primeras 18 jornadas de LaLiga Hypermotion, donde se mantiene fuera del descenso. El buen momento del Dépor se explica, en gran parte, por el acierto ofensivo de su gran figura, un joven talento canario que se ha convertido en el ídolo de Riazor.
Yeremay Hernández es el nombre que suena con fuerza. El atacante de 22 años, formado en categorías inferiores de la UD Las Palmas y con un fugaz paso por el Real Madrid base, vive una temporada de ensueño. Sus 8 goles y 3 asistencias lo han catapultado como referencia ofensiva de un Dépor que necesitaba un referente en la delantera. Además, su impacto trasciende las cifras: su estilo de juego vistoso y vertical, acompañado de una participación directa en el 37% de los goles de su equipo, han llamado la atención de clubes como el Villarreal, Atlético de Madrid, Napoli, Brentford, Como, Bayer Leverkusen, Oporto, Feyenoord, e incluso Barça y Real Madrid.
Sin embargo, la entidad que parecía más decidida a hacerse con sus servicios era el Chelsea, cuyo propietario Todd Boehly está siempre pendiente de las jóvenes promesas que aparecen en el panorama internacional. Con la cláusula de rescisión del canario fijada en 10 millones de euros, la operación se antojaba como un chollo para el conjunto londinense. No obstante, desde el círculo íntimo del futbolista ya se ha confirmado que no habrá salida en el mercado invernal, según proclamaba El Nacional. Yeremay Hernández no tiene intención de dejar el Deportivo a mitad de curso y desea culminar la temporada en A Coruña, centrado en continuar su progresión y en el objetivo colectivo de evitar el descenso.
Fiel al Depor... y a su progresión
El porqué de esta decisión no es ningún misterio: Yeremay quiere competir donde se sienta realmente importante, y un desembarco inmediato en Stamford Bridge no le garantiza los minutos de calidad que necesita para seguir evolucionando. El Chelsea cuenta con numerosas opciones de ataque, y el propio jugador asume que, a corto plazo, resultaría complicado asentarse como titular en un equipo que dispone de un sinfín de alternativas ofensivas.
En su afán de crecer sin prisa pero sin pausa, Yeremay tiene claro que, cuando llegue el momento de dar el salto a un club de mayor renombre, lo hará solo si se vislumbra un rol protagonista en el campo. De ahí que el atacante insista en que se encuentra cómodo en Riazor, donde ha disputado ya 77 partidos con el primer equipo (sumando 16 goles y 8 asistencias), y donde se siente valorado por el cuerpo técnico y la afición.
La fecha límite de su contrato, vigente hasta junio de 2030, brinda margen al Deportivo de la Coruña para seguir disfrutando de un jugador que, a sus 22 años, se postula como una de las irrupciones más llamativas del fútbol español. Mientras en la ciudad herculina celebran su compromiso, el resto de equipos que tantearon su fichaje tendrán que esperar: de momento, Yeremay ha decidido que su futuro más inmediato sigue vinculado a la camiseta blanquiazul.