La trayectoria de Hansi Flick como entrenador comenzó en las categorías inferiores del club que le vio crecer como jugador, el Bayern de Múnich. Después de una breve carrera como futbolista, Flick decidió dedicarse a la dirección técnica. Su primer trabajo relevante llegó con el TSG Hoffenheim, donde dirigió entre 2000 y 2005.
Sin embargo, fue como asistente técnico donde Flick comenzó a ganar reconocimiento a nivel internacional. En 2006, fue nombrado asistente de Joachim Löw en la selección alemana, un cargo que ejerció durante casi una década.
Durante este tiempo, Flick fue una pieza clave en la planificación estratégica y táctica de la selección. Esto llevó a Alemania a ganar la Copa del Mundo en 2014. Su trabajo detrás de escena fue vital para el éxito de un equipo que deslumbró al mundo con su juego ofensivo y su organización defensiva.
Una etapa gloriosa
Tras dejar su puesto en la selección alemana en 2014, Flick regresó al Bayern de Múnich en 2019, inicialmente como asistente de Niko Kovač. Sin embargo, cuando Kovač fue destituido en noviembre de ese mismo año, Flick asumió el cargo de entrenador interino. Lo que comenzó como una solución temporal rápidamente se convirtió en una historia de éxito sin precedentes.
Bajo su dirección, el Bayern desplegó un fútbol espectacular, basado en una presión alta, transiciones rápidas y un ataque fulminante. En su primera temporada completa, Flick condujo al Bayern a ganar todos los títulos posibles. Estos fueron la Bundesliga, la Copa de Alemania y la UEFA Champions League, logrando así un histórico triplete.
En 2021, Flick asumió el cargo de seleccionador de Alemania, sucediendo a Joachim Löw. El equipo sin embargo no logró cumplir con las expectativas en el Mundial de 2022, quedando eliminado en la fase de grupos. Esta eliminación marcó el fin de una era para el fútbol alemán, y Flick fue destituido.
Viejos conocidos en su nueva etapa como entrenador
Después de unos cuantos años 'sabáticos' ha acabado recalcando en el F.C Barcelona, donde afronta un nuevo reto como entrenador. El técnico alemán llegó a principios de verano después de la destitución de Xavi Hernández, y de momento ha mostrado una personalidad única para dirigir el vestuario culé. Sin embargo, ha visto como Laporta y Deco no han estado a la altura con los fichajes, y algunos como el de Nico Williams se han visto frustrados.
Ahora, para cubrir ese puesto de extremo, tanto Flick como la dirección deportiva se han fijado en dos viejos conocidos del entrenador alemán. Uno de ellos se trata de Kingsley Coman, el cual fue una pieza clave en el esquema de Hansi en el año de su sextete con el Bayern. El suyo, pero, parece un movimiento complicado por su valor de mercado y su situación contractual.
El francés tiene un valor de mercado de 50 millones de euros, y un contrato hasta junio de 2027. Así pues, si el conjunto culé quisiera hacerse con sus servicios debería desembolsar una gran cantidad de dinero. Por otro lado, su irregularidad y problemas de lesiones no son muy bien vistos por el entorno azulgrana.
Con su incorporación casi descartada se ha abierto un nuevo flanco, también del Bayern. Se trata de Leroy Sané, otro extremo que también entreno Flick en el conjunto alemán. Su situación es distinta, ya que acaba contrato en 2025, y no vería con malos ojos venir al F.C Barcelona en calidad de agente libre.
Según fuentes cercanas al club, Leroy estaría encantado de volver a entrenar bajo las órdenes de Flick. Por otro lado, antes de su incorporación en la próxima campaña, Deco y compañía están buscando cerrar la llegada de un extremo en forma de cesión, el cual podría ser Federico Chiesa.