El Celta vivió una tarde aciaga en Mestalla, que se saldó con una nueva derrota que alimenta las dudas sobre el rumbo del equipo. Con una racha de cuatro encuentros consecutivos sin ganar en LaLiga, la afición ha comenzado a mostrar cierta preocupación por la situación. Aun así, en el seno del club hay confianza en poder revertir esta dinámica negativa.
En sala de prensa, el técnico celeste no eludió las preguntas sobre el rendimiento reciente de los suyos. Insistió en que los fichajes pueden marcar la diferencia en la segunda vuelta, sobre todo después de haber salido jugadores claves en ataque. “Yo prefería que se acabase pronto el mercado, que no hubiese demasiado movimiento, aunque habrá que hacer algún fichaje más”, reconoció, consciente de que el equipo necesita savia nueva para afrontar lo que queda de temporada.
Se prevé que la directiva responda a las necesidades planteadas por Giráldez, quien considera que hay que reforzar la plantilla antes de que sea demasiado tarde. La lesión del capitán, Iago Aspas, complica todavía más el panorama, si bien el entrenador tiene esperanzas de poder contar con él en la próxima cita: “A ver si tenemos la suerte de poder tener a Iago en el partido de casa contra el Betis. Va a estar ahí, en duda”. Recuperar a la gran referencia del ataque sería un impulso anímico imprescindible.
Iker Losada, el último en llegar
La clara petición del entrenador al respecto de los fichajes ha ido dirigida a Marián Mouriño, la presidenta del Celta, para que no se quede de brazos cruzados en este último día del mercado. Eso sí, todo apunta a que la plantilla celeste no tendrá ninguna cara nueva y que Claudio Giráldez tendrá que tirar con lo que tiene hasta final de temporada.
El último en llegar fue Iker Losada, que incluso tuvo minutos ya en el duelo de Mestalla. “Nos va a aportar con las salidas que hemos tenido en las posiciones de arriba, y al acabar la temporada veremos si hemos acertado o no”, señaló el míster. Sin embargo, no tiene dudas de que el Celta necesita un giro de timón, tras sumar solo 1 punto de los últimos 12 y situarse como el equipo menos en forma de 2025.
Mientras tanto, la tensión crece en un entorno que veía lejos la batalla por el descenso hace apenas unas semanas. Encadenar malos resultados y ver cómo los rivales directos van sumando puntos ha colocado al Celta en una tesitura incómoda, cercana a los puestos de peligro. Todo queda supeditado a la respuesta de Marián Mouriño, quien tiene en sus manos la posibilidad de dar un impulso extra a un equipo necesitado de puntos y confianza para evitar males mayores en el tramo decisivo del campeonato.