Pocas veces una apuesta del Real Madrid ha resultado tan frustrante como la que acaba de terminar este verano. La dirección deportiva del club lleva años intentando asegurar el futuro mediante la incorporación de jóvenes promesas, sobre todo en el mercado brasileño, buscando replicar el éxito con algunos de sus fichajes más mediáticos de los últimos tiempos. Sin embargo, no todos los proyectos logran consolidarse y algunos casos terminan siendo una auténtica lección para la gestión deportiva.
En la casa blanca existe una política clara: firmar a las mejores perlas del fútbol internacional antes de que exploten y sean inaccesibles económicamente. Este modelo ha dado alegrías recientes con dos de los actuales referentes ofensivos, pero también ha mostrado su lado más amargo con otros jugadores que nunca llegaron a asentarse en el primer equipo. El verano de 2025 marca el desenlace de una de las mayores decepciones en la gestión de Florentino Pérez desde su regreso a la presidencia.
El fichaje de la esperanza: una inversión millonaria y comparaciones incómodas
En enero de 2020, la llegada de Reinier despertó grandes expectativas en el madridismo. La operación, valorada en unos 30 millones de euros, fue presentada como la adquisición de uno de los jugadores con más proyección del mundo. Desde el primer momento, el futbolista soportó una presión adicional, siendo comparado con leyendas como Kaká, no solo por su nacionalidad, sino también por su perfil técnico y físico.

El entonces adolescente, que había brillado en el Flamengo y en las categorías inferiores de Brasil, aterrizó en la capital española entre lágrimas y emociones encontradas. Su historia de superación, dejando atrás a su familia para perseguir el sueño europeo, emocionó durante la presentación. Sin embargo, el tiempo demostró que las expectativas estaban muy por encima de lo que la realidad le permitiría mostrar sobre el césped.
Cesiones sin éxito y una salida silenciosa del Real Madrid en el verano 2025
El camino del mediapunta brasileño por Europa estuvo marcado por las continuas cesiones. Borussia Dortmund en Alemania, Girona y Granada en España y Frosinone en Italia han sido sus destinos en una trayectoria plagada de obstáculos. A pesar de contar con oportunidades en diferentes ligas y equipos, nunca logró adaptarse plenamente ni consolidar un puesto de titular. Las cifras hablan por sí solas: ningún debut oficial con el primer equipo del Real Madrid y un bagaje discreto de goles y asistencias en sus años en el fútbol europeo.
El desenlace era previsible. Un año antes de que finalizara su contrato, ambas partes han optado por separar sus caminos. Según información publicada por Fabrizio Romano, el futbolista rescinde su vínculo y regresa a Brasil, firmando con Atlético Mineiro en una operación a coste cero para el club sudamericano, aunque el Real Madrid se guarda el 50% de una posible futura venta. El sueño europeo del que un día fue considerado uno de los jóvenes más prometedores del planeta, acaba así de forma silenciosa y sin honores en el Santiago Bernabéu.
La salida de esta joven promesa supone un duro golpe en la hoja de servicios de Florentino Pérez, quien apostó fuerte por la fórmula brasileña para asegurar el relevo generacional. Si bien Vinicius Jr. y Rodrygo han demostrado ser fichajes de éxito, la historia de este último caso deja en evidencia los riesgos inherentes a cualquier proyecto a largo plazo. El Real Madrid, siempre exigente, no espera, y los que no consiguen rendir al más alto nivel quedan condenados al olvido.