En Bilbao, la expectación va en aumento. La ciudad huele a despedida y a nuevo rumbo en uno de los grandes protagonistas del fútbol español. Cuando se mezclan promesas internas, pactos entre caballeros y el interés de uno de los clubes más grandes de Europa, el desenlace parece cada vez más inevitable, aunque nadie quiera decirlo en voz alta.
El FC Barcelona lleva semanas preparando una operación que puede cambiar la fisonomía de su ataque. La prioridad es dotar al nuevo proyecto de Hansi Flick de más velocidad y desborde, especialmente en el costado izquierdo, donde las alternativas han escaseado esta última temporada. Tras sopesar otras opciones, el foco vuelve a situarse en el mismo punto: la figura de Nico Williams, un jugador que, con apenas 22 años, ya se ha consolidado como una de las grandes sensaciones de LaLiga y de la selección española.
Desde el club azulgrana son conscientes de que el Athletic no es un equipo que se deje arrebatar a sus figuras fácilmente. Sin embargo, esta vez las circunstancias parecen alinearse para que el movimiento se produzca. No solo porque el futbolista ha dado muestras de querer dar el salto, sino porque el Barça ha movido ficha para cumplir con los requisitos exigidos por el club bilbaíno.
Las claves del pacto: la cláusula, el compromiso y el adiós inminente
Según las últimas informaciones desveladas por José Álvarez en 'El Chiringuito', la historia entre Nico Williams y el Athletic está llegando a su punto final. “Decíamos que el Barça tiene pensado pagar la cláusula de rescisión la primera semana de julio, pero la información que me ha llegado ahora es que Nico Williams le comunicará esta semana al Athletic Club que se va al Barça”, aseguró el periodista, añadiendo un detalle que no ha pasado inadvertido para nadie en Bilbao.
“El Athletic tenía un compromiso con Nico después de quedarse la temporada pasada de que esa cláusula se negociaría. No en precio, en plazos. Es decir, que el club que fuera no tendría que pagar los 60 millones directamente, sino que se pagaría en plazos, como ha hecho, por ejemplo, el Madrid con Mastantuono. Pero creen que esa promesa se va a quedar en nada”, aseguró.
La situación, según Álvarez, es clara: la directiva rojiblanca, que en su día intentó suavizar la posible salida de Nico Williams para evitar una fuga traumática, se enfrenta ahora al riesgo de que la operación se cierre por la vía dura, pagando los 60 millones de euros de la cláusula de rescisión sin concesiones ni facilidades en el pago. Todo apunta a que el Barça está dispuesto a asumir este esfuerzo, conscientes de que el margen de maniobra es mínimo y que el jugador ya ha decidido dar el salto.
A estas informaciones se suma la revelación de Josep Pedrerol, también en 'El Chiringuito', quien aportó una imagen aún más gráfica de la inminencia del adiós: “A mí me cuentan que el jueves a las seis de la tarde entró Nico Williams en la ciudad deportiva de Lezama para recoger sus cosas. Con lo cual, lo que queda ahora es que Nico Williams haga un comunicado despidiéndose elegantemente del que es el club de su vida”.