El Valencia salió vapuleado en Montjuïc con un 7-1 que ha supuesto un duro golpe a la moral del equipo. Tras ese encuentro, han surgido serias dudas sobre el rendimiento de la plantilla y la capacidad de algunos jugadores para mantenerse en el proyecto. Pese a haber ofrecido una buena cara ante la Real Sociedad y el Sevilla, la goleada encajada frente al Barça ha encendido todas las alarmas.
Uno de los nombres en entredicho es Yarek Gasiorowski, central considerado por muchos como una de las mayores promesas salida de Paterna en los últimos años. Sin embargo, su progresión se ha estancado: el canterano ni ha conseguido afianzarse con Rubén Baraja ni ahora con Carlos Corberán. Peor aún, César Tárrega y Mosquera se han hecho con la titularidad en el eje defensivo, y la recuperación de Diakhaby anticipa todavía menos minutos para él, lo que ha llevado al club a plantearse seriamente su venta si llegan propuestas atractivas.
Algún interés, de hecho, se ha sospechado en los últimos días, con el Leipzig dispuesto a pagar hasta 15 millones de euros por él. No parece, sin embargo, que el Valencia vaya a aceptar su marcha este mes de enero, como tampoco la de los dos siguientes jugadores mencionados más abajo. En todo caso, sería en verano.
André Almeida y Foulquier, 'out'
Otro señalado es André Almeida, mediapunta que parecía haber encontrado su sitio con la llegada de Corberán, pero cuyo rendimiento ha decaído bruscamente en las últimas semanas. Las lesiones y los problemas físicos han lastrado su trayectoria, y además es uno de los sueldos más bajos del vestuario, algo que no ayuda a su continuidad. El club le busca un recambio en el mercado, y el propio jugador se ha mostrado abierto a salir si recibe una oferta interesante, recordando que estuvo a punto de marcharse este verano.
El tercer caso es el de Dimitri Foulquier, lateral derecho que termina contrato en junio de 2025 y al que muchos en el Valencia ya dan por perdido. La directiva prefiere no extender su vinculación, convencida de que su ciclo en Mestalla está agotado. Corberán parece no contar con él de cara al futuro, y la llegada de refuerzos en su posición, como la de Max Aarons, sólo ha complicado más su situación.
La decisión de colocar a estos tres futbolistas en la “lista negra” responde, en parte, a la necesidad del Valencia de regenerar el plantel para el próximo curso. Eso sí, a expensas de si finalmente se logra la salvación o no, El equipo ché busca equilibrar las cuentas y dar un impulso de calidad a la plantilla, de modo que no se descarta que una o varias de estas piezas salgan en el próximo verano, y, en caso extremo, se valore su posible adiós en enero. De momento, no parece inminente que abandonen Mestalla en el mercado invernal.