La vida de un futbolista es, sin duda, una montaña rusa de emociones. A lo largo de su carrera, un jugador experimenta grandes momentos de gloria, como victorias y títulos, y también momentos difíciles, como derrotas o lesiones. Pero quizá el día más duro de todos es el que marca el final de su trayectoria en el campo. Para Carles Rexach, una leyenda del FC Barcelona, el peor día de su carrera no fue ninguna derrota ni ninguna lesión, sino el día en que colgó las botas definitivamente. Así lo confesó en una entrevista en el programa Col·lapse de TV3, donde recordó con emoción y tristeza ese momento de despedida.
Carles Rexach, un histórico del Barça, explicó que, desde joven, ya veía con inquietud el momento en que tendría que retirarse. "Yo estaba en el Barça y veía que Segarra se retiraba, le hacían un homenaje muy bonito, pero yo pensaba, algún día te llegará a ti también", recordó el exjugador. Para Rexach, observar a grandes figuras como Kubala, Ramallets o el propio Segarra despedirse del club le generaba una sensación de tristeza y, a la vez, un temor hacia su propio final en el fútbol. “Pensaba, si yo estuviera en el lugar de este, sería el día más triste de mi vida”, confesó.
Ese día finalmente llegó un 31 de mayo de 1981, y aunque el estadio estaba lleno y la afición le brindó un homenaje memorable, para Rexach fue un momento de enorme vacío. “Con todo lo que he luchado toda mi vida por ser futbolista, ya se ha acabado. Y eso cuesta de aceptar”, declaró. A pesar de la celebración y del cariño del público, el adiós definitivo fue una experiencia amarga. “El día después de retirarme, me levanté y, sin querer, fui al campo de entrenamiento. Pero ya no me necesitaban allí”, expresó con nostalgia, recordando la sensación de desorientación y pérdida de propósito que acompañó sus primeros días fuera del fútbol profesional.
La soledad de Carles Rexach
La transición a la vida fuera del terreno de juego fue difícil para Rexach. Sin los entrenamientos diarios y la emoción de los partidos, el exfutbolista sentía un vacío en su rutina. “Tenía ganas de correr, al menos un poco”, comentó, pero encontró que la gente a su alrededor tenía sus propias ocupaciones. “Decía, vamos a jugar a tenis cuando quieras, pero los demás trabajaban, y yo no tenía con quién ir a hacer deporte”, añadió. Fue en ese momento cuando Rexach comprendió la soledad que puede sentir un jugador al dejar el deporte, una realidad que muchos futbolistas enfrentan al retirarse.
Para llenar ese vacío, Rexach decidió volcarse en el entrenamiento de jóvenes. Se incorporó a las categorías inferiores del Barça, entrenando al juvenil del club. Esa nueva etapa, aunque diferente, le permitió mantenerse en contacto con el deporte y “matar un poco el gusanillo” de estar en el campo. Poco a poco, fue encontrando un nuevo propósito y una forma de adaptarse a su vida post-futbolística. “Entrenar cada día me ayudó a ir poco a poco colocándome en mi sitio”, confesó, reconociendo que la transición no es sencilla y que muchos jugadores no están preparados para enfrentar el final de su carrera.
La trayectoria de Carles Rexach es una de las más emblemáticas en la historia del FC Barcelona. Como jugador, vivió épocas de éxito y formó parte de una generación dorada que contribuyó a construir la identidad del club. Tras retirarse como futbolista, Rexach continuó ligado al Barça, trabajando como entrenador y en diferentes roles técnicos. Su lealtad al club y su dedicación al fútbol han sido constantes a lo largo de su vida.