En LaLiga Hypermotion, los movimientos de mercado son determinantes para que los equipos acaben aspirando a unos objetivos u otros. Equipos con ambición, como Burgos y Eibar, ya están peinando el mercado en busca de futbolistas capaces de marcar la diferencia de cara a un curso 2025/2026 en el que la igualdad volverá a ser máxima. En este contexto, un jugador del Sporting de Gijón ha conseguido llamar la atención de dos proyectos que quieren ser protagonistas el próximo año.
El Eibar empieza a planificar su futuro tras asegurar la permanencia
Tras una campaña llena de altibajos, el Eibar pudo certificar su permanencia en Segunda División a falta de varias jornadas para el cierre del campeonato. Con el técnico Beñat San José al frente, el conjunto armero logró estabilizar resultados. Con todo, pues, en Ipurúa ya se piensa en la planificación de la plantilla para el nuevo reto que les espera.
La dirección deportiva sabe que el centro del campo es clave para cualquier proyecto que aspire a luchar por el ascenso. Por eso, según Estadio Deportivo, el club se ha fijado en un futbolista del Sporting que encajaría a la perfección en la idea de juego del técnico vasco. El jugador en cuestión es Lander Olaetxea.
Burgos quiere dar un salto de calidad con un centrocampista contrastado
Por su parte, el Burgos sigue apostando por la solidez defensiva y la intensidad en el centro del campo. El club de El Plantío, dirigido por Ramis, quiere dar un paso adelante para consolidarse como uno de los aspirantes a playoff en la próxima temporada. Para lograrlo, es fundamental rodear a su plantilla de jugadores que aporten experiencia y equilibrio en la medular.
De hecho, Lander Olaetxea ya estuvo en la agenda del Burgos durante el pasado mercado de invierno, aunque finalmente no se concretó su salida. Ahora, con el fin de su contrato, la posibilidad de incorporarlo como agente libre aumenta y convierte la operación en una oportunidad muy atractiva para ambas partes.
El protagonista de esta pugna entre Burgos y Eibar es uno de los hombres de confianza de Asier Garitano en el Sporting de Gijón. Desde su llegada a El Molinón, se ha hecho con un puesto de titular indiscutible, aportando equilibrio, trabajo defensivo y llegada desde segunda línea. Antes de recalar en Asturias, este futbolista había dejado huella en equipos como Logroñés, Gernika y Athletic Club, siempre demostrando compromiso y profesionalidad.
Con 32 años y más de 200 partidos en Segunda División, su experiencia es uno de los principales avales para que los clubes se interesen en su incorporación. Además, su versatilidad táctica le permite adaptarse tanto a sistemas de doble pivote como a planteamientos con un único mediocentro defensivo, ofreciendo alternativas y soluciones a los entrenadores.