Se prevé una temporada más que complicada para el RCD Espanyol. En su regreso a primera división, el conjunto entrenado por Manolo González no ha hecho incorporaciones de gran nivel, y la afición ya espera lo peor de cara a esta campaña. Los seguidores pericos están muy enfadados con la gestión de la dirección deportiva y sobretodo de la propiedad que financia al club.
El equipo catalán atraviesa una situación delicada bajo la propiedad de Rastar Group, la empresa china que adquirió el club en 2016. Lo que en un inicio parecía una oportunidad para llevar al Espanyol a nuevas alturas deportivas y financieras, se ha transformado en un periodo marcado por la inestabilidad, la desconfianza y el desencanto entre la afición y los directivos.
La relación entre el Espanyol y su propietario chino, Chen Yansheng, ha estado marcada por altibajos y la percepción de una desconexión creciente entre el club y su base de socios y aficionados. En los primeros años, Rastar Group invirtió en la mejora de la plantilla, lo que permitió al club mantenerse en la élite del fútbol español y llegar a competir en Europa. Sin embargo, con el paso del tiempo, las expectativas de los aficionados se vieron frustradas por decisiones que parecieron más orientadas a la contención de costes que a la construcción de un equipo competitivo.
Uno de los mayores problemas que enfrenta el Espanyol es la falta de comunicación y transparencia por parte de la directiva. Chen Yansheng, quien rara vez se deja ver en Barcelona y mantiene una presencia pública mínima, ha generado una sensación de abandono entre los seguidores del club. La ausencia de una figura visible y cercana que lidere el proyecto ha provocado que la afición sienta que el equipo está dirigido por intereses lejanos y poco comprometidos con la historia y los valores del Espanyol.
Se cae un fichaje clave
El mercado espanyolista este verano estaba siendo bastante flojo, con la incorporación de jugadores interesantes como Álvaro Tejero o Cristian Romero, pero sin una apuesta clara en algun futbolista que pudiera marcar la diferencia en primera división. Las últimas informaciones, pero, calmaban los ánimos de la afición, ya que la dirección deportiva estaba cerca de cerrar un fichaje top.
Se trata de Robert Navarro, el jugador vasco que la temporada pasada jugó en el Cádiz. El delantero no tiene intención de renovar su contrato con la Real Sociedad, y quería salir de nuevo en forma de cesión, está vez al RCD Espanyol. Sin embargo, la propiedad y el área deportiva han vuelto a decepcionar a la afición.
Según fuentes cercanas al equipo, el Espanyol solo puede destinar medio millón de euros para la operación en forma de préstamo. La Real Sociedad no ha aceptado esta condición, ya que no quieren asumir una gran parte del sueldo del jugador y consideran la oferta del club catalán insuficiente.
Así pues el que parecía un fichaje contrastado y de calidad ha acabado siendo otra incompetencia por parte del club. Actualmente las negociaciones se han estancado entre ambos equipos, y se prevé que en los próximos días se decida cuál será su futuro.