El partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey entre Barça y Atlético de Madrid ha dejado una estela de polémica que continúa siendo motivo de debate entre aficionados y analistas deportivos. Con la eliminatoria al rojo vivo tras un apasionante empate a cuatro goles en el partido de ida, la tensión en el Metropolitano estaba asegurada. Finalmente, el FC Barcelona logró imponerse por la mínima gracias a un gol solitario de Ferran Torres, pero la conversación no se centra solo en el resultado.
Entrada polémica a los seis minutos
Apenas transcurridos seis minutos del encuentro, se produjo una acción que ha levantado ampollas. El defensor del Atlético de Madrid, César Azpilicueta, realizó una entrada fuerte sobre Raphinha, jugador del FC Barcelona, impactando con su plancha directamente en la zona del gemelo. De inmediato, las protestas se hicieron sentir en el terreno de juego, con los jugadores culés reclamando al árbitro Munuera Montero una decisión más dura.
Tras la revisión en el VAR, Munuera decidió que la acción merecía solo una tarjeta amarilla, algo que no convenció en absoluto a los seguidores blaugranas. La jugada generó un fuerte debate en redes sociales, y especialmente entre los periodistas deportivos.
Adrián Sánchez, claro y contundente
Entre las voces críticas con la decisión de Munuera destacó especialmente la del periodista deportivo Adrián Sánchez, quien utilizó su cuenta oficial en Twitter para manifestar su desacuerdo. "Roja clarísima. Munuera no quiere condicionar el partido, pero la roja es CLARÍSIMA", afirmó Sánchez en un mensaje que rápidamente se viralizó.
En el mismo tuit, Sánchez profundizó su análisis técnico de la acción: "Azpilicueta pasa de todo y la plancha es brutal. Si Raphinha tiene el pie apoyado, se lo carga". Esta opinión fue compartida por numerosos aficionados blaugranas, quienes consideraron que la decisión arbitral condicionó el desarrollo posterior del encuentro.
La polémica se extendió rápidamente más allá del tuit de Adrián Sánchez, generando opiniones divididas. Algunos seguidores del Atlético defendieron la decisión arbitral argumentando que, aunque la entrada fue fuerte, no tuvo intención de hacer daño. Por otro lado, los seguidores del Barça se mostraron indignados, recordando acciones similares que terminaron con expulsión directa en otras ocasiones.
Esta acción puntual puso sobre la mesa nuevamente el debate acerca del criterio arbitral en jugadas peligrosas y la influencia que este tipo de decisiones pueden tener en partidos de gran trascendencia. En la otra semifinal, de hecho, la disputada el día anterior entre Real Madrid y Real Sociedad, ambos clubes terminaron también molestos con algunas interpretaciones del colegiado.