Las autoridades ya alertaron ayer que a partir de esta medianoche y hasta el mediodía de hoy podrían producirse algunas nevadas en zona donde no es especialmente habitual. Y, en efecto, así ha ocurrido. El invierno ya está a la vuelta de la esquina y muestra de ello son precisamente estas precipitaciones prematuras que han aterrizado en territorio catalán, así como el descenso de temperaturas.
Una de las localidades afectadas por la nieve ha sido Sant Hilari Sacalm, en la provincia de La Selva, en Girona. Los menos de dos grados que mostraban los termómetros durante la noche han provocado nevadas no especialmente intensas en cotas superiores a los 800 metros. Pero no ha sido la única.
En Puigcerdà, la capital de la Cerdanya, sí que ha nevado con mucha más intensidad, tal y como se puede apreciar en algunos vídeos compartidos en redes sociales. Las cotas de estas nevadas se sitúan entre los 500 y los 600 metros y esta población sí que estaba precisamente alertada por el Meteocat. De hecho, podría seguir cayendo nieve durante las próximas horas.
Camprodòn es otra de las villas que se han teñido de blanco durante la noche, brindándonos también preciosas imágenes, pero sin llegar a grosores significativos. Hay que estar alerta durante las próximas horas a las previsiones meteorológicas, porque las nevadas seguirán latentes a lo largo de la jornada de hoy. Todas estas nevadas mencionadas hasta ahora, por cierto, se han producido en cotas superiores a los 500 metros.
¿Por qué no nieva en cotas más bajas?
La nieve es un fenómeno meteorológico fascinante, pero no todas las regiones y altitudes están igualmente predispuestas a recibirla. Mientras que en cotas superiores a 500 metros es relativamente común que se acumulen nevadas durante el invierno, en cotas más bajas, este fenómeno se convierte en algo mucho más inusual. Esto se debe a una combinación de factores climáticos y físicos que condicionan las precipitaciones en forma de nieve.
Uno de los factores más determinantes es la temperatura del aire. Para que se formen y caigan copos de nieve, el ambiente debe mantenerse en torno a los 0°C desde las capas altas de la atmósfera hasta el nivel del suelo. En cotas bajas, especialmente cerca del nivel del mar, las temperaturas suelen ser más cálidas debido a la influencia del calentamiento del suelo y, en muchas regiones, la proximidad al mar. Este último factor genera un microclima más templado que dificulta la formación de nieve.
Por otro lado, en altitudes superiores a los 500 metros, las temperaturas son considerablemente más bajas, especialmente durante la temporada invernal. En estas áreas, el aire frío es más denso y permanece estacionado, facilitando que las precipitaciones sean en forma de nieve en lugar de lluvia. Además, en cotas altas, las condiciones meteorológicas como las bajas presiones y la presencia de sistemas frontales son más propicias para generar nevadas.
La altitud también influye en la humedad. En las cotas bajas, el aire cálido puede retener más vapor de agua, lo que tiende a favorecer las lluvias. En cambio, en cotas más altas, donde el aire frío no puede contener tanta humedad, es más probable que el agua en forma de vapor se congele y se transforme en copos de nieve.