El inicio de año suele traer consigo días inestables, y buena parte de la población recuerda los cambios repentinos de temperatura que marcan enero. Sin embargo, pocas veces se habla de la ilusión que genera la posibilidad de ver el paisaje catalán vestido de blanco. Para muchos, la nieve es sinónimo de escapadas a la montaña, horas de juego al aire libre y una postal invernal que rompe con la rutina diaria. Esta semana, según los últimos informes meteorológicos, podríamos volver a presenciar ese fenómeno tan esperado en varias zonas de Catalunya, situando la cota de nieve cerca de los 800 metros, e incluso ligeramente más baja en puntos aislados.
A lo largo de los últimos días, el ambiente fresco ha ganado protagonismo en las noches y madrugadas, con heladas puntuales en áreas de interior. Ahora, de acuerdo con los modelos de predicción y el reciente tuit publicado por Meteocat, la llegada de un nuevo frente frío podría incrementar las probabilidades de precipitaciones, especialmente en los extremos del litoral catalán. Si bien se espera que el sol domine en gran parte de la región, el jueves se perfila como un día clave para observar posibles nevadas débiles en cotas relativamente bajas.
Un panorama invernal que no sorprende a los expertos
El equipo de meteorólogos locales venía advirtiendo sobre este cambio de patrón desde hace varias jornadas. El intenso anticiclón que estacionó sobre la Península Ibérica dio paso a un enfriamiento paulatino, favoreciendo cielos despejados y valores mínimos muy bajos durante la noche. Gracias a esta coyuntura, las capas de aire más frías se han asentado en zonas cercanas al Mediterráneo, lo que explica la relativa facilidad con la que la nieve podría hacerse presente incluso a alturas modestas.
En el tuit oficial de @meteocat se menciona que “dominará el sol o el resol”, pero una pequeña vaguada se introducirá el jueves, trayendo consigo precipitaciones débiles. El factor determinante para que estas lluvias se transformen en nieve es la consolidación de las bajas temperaturas que ya se registran en la comunidad. Así, la cota rondaría los 800 metros, pudiendo descender de manera puntual en sectores montañosos y valles poco habituales.
Por otro lado, hay que tener presente que el panorama puede variar rápidamente si el frente pierde intensidad o se desplaza. En tal caso, la precipitación podría ser menor de lo pronosticado, pero el frío persistente continuaría presente al menos hasta finales de la semana. Para quienes tienen pensado realizar actividades de ocio en áreas montañosas, resulta especialmente importante mantenerse informados de las condiciones del terreno y de posibles alertas por viento o nevadas intensas.