El estado de los embalses catalanes tras el fin de semana muestra una tendencia positiva consolidada, alcanzando el 81,01 % de su capacidad total, lo que refleja una notable estabilidad hídrica en comparación con períodos anteriores más críticos. Los datos aportados hoy lunes 2 de junio por la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) corroboran esta dinámica favorable, señalando un incremento leve pero constante con respecto al viernes anterior.
La cifra actual, 81,01 %, representa un aumento considerable si se compara con los registros del año anterior en estas mismas fechas, cuando los embalses apenas rozaban el 30 %, situación que generó medidas drásticas y restricciones significativas en varios municipios y áreas agrícolas. La mejora observada este año se atribuye en gran medida a una primavera excepcionalmente húmeda, que ha permitido una recuperación histórica en las reservas hídricas.
Si analizamos en detalle los embalses específicos, encontramos cifras especialmente positivas en el embalse de Susqueda, que actualmente registra una capacidad del 89,51 %, acercándose al selecto grupo de embalses por encima del 90 %, conformado por La Baells, Sant Ponç y Foix. En el caso particular de Foix, actualmente al 94,21 %, la situación ha permitido incluso planificar acciones preventivas para situaciones de emergencia.
El embalse de Foix, prevenido
Precisamente, y en consonancia con este contexto optimista, la ACA ha comenzado a implementar un plan especial de emergencia destinado a garantizar la seguridad en las presas catalanas. Durante una sesión celebrada el pasado viernes en torno a la presa del Foix, técnicos del ACA, Protección Civil y representantes municipales de Cubelles, Cunit, Vilanova i la Geltrú y Castellet i la Gornal, revisaron protocolos y acciones previstas para actuar ante hipotéticos incidentes.
En esta sesión, se informó de manera práctica sobre las áreas que podrían verse afectadas por una eventual rotura o incidencia grave en la presa del Foix, delimitando zonas inundables y pautando claramente las actuaciones que deberían seguir tanto las autoridades como la población local. También se destacaron mecanismos como las sirenas de aviso para facilitar una evacuación ordenada y segura.
El objetivo de la ACA es extender estas medidas preventivas de manera progresiva al resto de embalses catalanes. Se espera que, tras la prueba piloto que se desarrollará a finales de 2025 en el embalse de Sau, el año 2026 marque un punto de inflexión con la implantación generalizada de estos planes de emergencia en todas las grandes presas de Catalunya.
Este enfoque preventivo complementa las políticas hídricas actuales, que han demostrado su efectividad al mantener altas las reservas de agua pese a la llegada del período estival. Aunque la situación actual permite respirar con tranquilidad, las autoridades insisten en que no se debe bajar la guardia, especialmente ante un clima cada vez más impredecible debido al cambio climático.
Así, con un panorama hídrico estable y una clara estrategia preventiva en marcha, Catalunya se presenta preparada para enfrentar futuras adversidades relacionadas con la gestión del agua, confirmando una apuesta decidida por la sostenibilidad y la seguridad hídrica para sus ciudadanos.