Francesc Mauri e imágenes de la granizada

Francesc Mauri alucina con la foto que ha visto tras la granizada

Varios vehículos y establecimientos sufrieron daños materiales

Hay días en los que el cielo, sin previo aviso, puede transformar la tranquilidad de un domingo en la Garrotxa en una experiencia absolutamente impactante. Los vecinos de Santa Pau todavía comentan lo ocurrido, y no es para menos: lo que empezó como un cambio súbito en el color del cielo terminó dejando imágenes que han dejado boquiabiertos a meteorólogos y a toda Catalunya. Incluso Francesc Mauri, reconocido experto de TV3, ha mostrado su asombro tras ver una de las fotos más sorprendentes que se recuerdan tras una granizada.

La jornada arrancaba sin grandes señales de inestabilidad, pero en cuestión de minutos el ambiente se tornó oscuro y denso, presagiando que algo fuera de lo común estaba a punto de suceder.

La magnitud de la piedra: granizo como huevos

Las redes sociales pronto se llenaron de fotografías insólitas: piedras de granizo del tamaño de huevos e incluso mayores, con algunos ejemplares que superaban claramente los 5 y 6 centímetros de diámetro. Un usuario compartía una imagen en la que varias piedras de hielo, dispuestas junto a huevos frescos, permitían comparar la magnitud del fenómeno de forma gráfica y directa. Y ahí está el motivo de la reacción de Mauri: el meteorólogo no dudó en compartir la fotografía y subrayar la excepcionalidad del episodio.

Un campesino mira su tejado destrozado por el granizo
Un campesino mira su tejado destrozado por el granizo | ACN

La confirmación visual no tardó en llegar también desde otras zonas de la Garrotxa. En Batet de la Serra, varias imágenes evidenciaban cómo las piedras de hielo superaban los 5 cm, acompañadas de reglas métricas para evitar dudas. El asombro era compartido tanto por los vecinos como por quienes seguían el fenómeno desde las redes y los medios especializados. Un fenómeno de estas dimensiones, aunque poco frecuente, tiene precedentes en la región, pero la violencia y el tamaño alcanzado en esta ocasión serán recordados durante años.

Impacto inmediato en el mundo rural

Más allá del impacto visual y mediático, la realidad para los vecinos y especialmente para los ganaderos de Santa Pau ha sido mucho más dura. La fuerte pedregada dejó tejados destrozados en al menos tres granjas de la zona dels Arcs, afectando directamente a la protección del ganado. Como relataba Lluís Sunyer, responsable de una de las fincas más afectadas, “los tejados han quedado como un colador” y la preocupación ahora es máxima por la llegada de nuevas lluvias que puedan poner en peligro la salud y el bienestar de los animales.

El problema se agrava porque muchos de los cobertizos afectados están hechos de fibrocemento, un material pendiente de ser sustituido por estructuras metálicas más resistentes. Sin embargo, la lentitud en la llegada de ayudas públicas y la burocracia propia del mundo rural están complicando la recuperación.

En la granja vecina, gestionada por Bernat Francès y su abuelo, el panorama es igualmente complicado: cuatro estancias con dos cobertizos completamente destrozados y el resto en necesidad de reparaciones urgentes. La gestión de los purines y la reubicación de los animales se suma ahora al estrés de tener que acondicionar a contrarreloj los espacios afectados.

Vehículos dañados y preocupación vecinal

No solo la ganadería ha salido mal parada: decenas de vehículos presentaban lunas rotas, carrocerías abolladas y plásticos destrozados, según confirman los propios vecinos de Santa Pau. El ayuntamiento ha recibido a una cincuentena de personas en busca de orientación para tramitar las reclamaciones y ha iniciado los trámites para solicitar ayudas a la Generalitat y al Gobierno central. Además, equipos técnicos han empezado a evaluar los daños con ayuda de drones para determinar el alcance real, incluyendo la revisión de placas solares y del propio castillo del municipio.

La alcaldesa, Cris Capó, ha transmitido un mensaje de esperanza y confianza en que las ayudas llegarán pronto, aunque admite que la evaluación completa llevará días. Lo que es indiscutible es el sentimiento de sorpresa y desconcierto entre la población: “