Vista panorámica de una ciudad al atardecer con un icono de termómetro y una llama indicando altas temperaturas.

La temperatura a la que se ha llegado en Barcelona: Record histórico

El domingo también será una jornada muy calurosa en toda Catalunya

Un manto de aire denso y cálido se ha apoderado de la ciudad de Barcelona durante el día, invitando a buscar refugio en la sombra. Las calles han presentado una quietud inusual en las horas centrales del día, mientras el sol imponía su dominio con una fuerza extraordinaria.

El murmullo habitual de la metrópoli parecía haberse desvanecido, sustituido por una atmósfera expectante y un calor que se sentía profundo en el ambiente. Este escenario preparaba el terreno para una noticia que quedaría inscrita en los anales climatológicos de la capital catalana este mes de agosto.

El histórico Observatori Fabra, centinela climático de la ciudad desde su atalaya en la montaña del Tibidabo, ha sido testigo directo de este evento excepcional. Sus termómetros, calibrados con precisión a lo largo de más de un siglo, han marcado este sábado una temperatura máxima de 38,9 grados Celsius.

Esta cifra no es un valor más en la estadística diaria, sino que representa la temperatura más elevada jamás registrada en un mes de agosto. Se ha pulverizado así el anterior récord para este mes en los 112 años de historia del observatorio, confirmando la magnitud del episodio. Es importante matizar que este dato no supera el récord absoluto de la ciudad, que se mantiene en los 40°C alcanzados en julio de 2024.

El origen de este episodio de calor excepcional

La causa principal de estas temperaturas tan extremas la encontramos en la llegada de una potentísima masa de aire sahariano muy cálida y seca. Este fenómeno se ve reforzado por una situación de gran estabilidad atmosférica, dominada por un robusto anticiclón que actúa como una tapadera.

Dicho anticiclón impide la renovación del aire y provoca un recalentamiento progresivo de las capas más bajas de la atmósfera por subsidencia. Este mecanismo comprime el aire y lo calienta todavía más, generando una auténtica cúpula de calor que afecta a extensas áreas, con especial virulencia en el nordeste. La ausencia de nubosidad significativa ha permitido, además, una insolación máxima durante toda la jornada, contribuyendo a elevar todavía más los termómetros en toda la región.

Barcelona ante el espejo: la ciudad y su microclima

El valor registrado en el Tibidabo adquiere una relevancia aún mayor cuando consideramos los microclimas que coexisten dentro de la propia Barcelona. Mientras el observatorio se sitúa en un entorno natural como Collserola, las temperaturas en el núcleo urbano han sido igualmente sofocantes.

El conocido efecto isla de calor se ha hecho notar con fuerza, provocando que el asfalto y los edificios absorbieran y liberaran una cantidad ingente de radiación. Este fenómeno eleva los termómetros varios grados por encima de las zonas periféricas, intensificando la sensación térmica para los ciudadanos. La brisa marina, que normalmente ejerce de regulador térmico, ha llegado muy debilitada y recalentada. 

Lo que nos espera: un domingo aún más intenso y recomendaciones

Lejos de remitir, todo apunta a que la jornada del domingo podría ser incluso más intensa que la de hoy, marcando el pico de esta ola de calor. Los modelos meteorológicos sugieren que las temperaturas podrían escalar ligeramente, poniendo a prueba de nuevo los registros históricos en varias comarcas catalanas.

Ante esta situación, es fundamental extremar las precauciones para minimizar los riesgos asociados a las altas temperaturas. Se recomienda encarecidamente evitar la exposición solar directa durante las horas centrales del día, entre las doce del mediodía y las cinco de la tarde. Es crucial mantener una hidratación constante, beber agua con frecuencia incluso sin tener sed, y prestar especial atención a las personas vulnerables.