En los últimos meses, el metro de Barcelona ha sido escenario de diversos incidentes que han obligado a interrumpir su servicio en varias líneas. Estos problemas se deben principalmente a obras de mantenimiento y modernización de la red, así como a la introducción de nuevos trenes, que han generado más complicaciones de las esperadas.
Un desprendimiento en el techo del túnel de la línea 3 del Metro de Barcelona entre las estaciones de Catalunya y Passeig de Gràcia ha obligado a cortar la circulación de la línea entre las paradas de Liceu y Lesseps. No ha habido heridos y de momento sólo se presta servicio entre Zona Universitària y Liceu, y entre Lesseps y Trinitat Nova.
Fuentes de TMB indicaron que unas obras en superficie ajenas a la compañía afectaron al túnel y parte del techo cayó sobre la vía. Ha dado el aviso al conductor de un convoy que ha detectado que había un material extraño en la vía. Por prevención se ha desalojado este tren una vez ha llegado a la estación de Catalunya y técnicos de TMB se han desplazado hasta el punto para comprobar la incidencia.
La compañía está realizando varias comprobaciones para confirmar que la afectación ha sido superficial. El servicio se restablecerá en cuanto finalicen estos trabajos.
Un verano llenode incidencias
Durante el verano de 2024, algunas de las líneas más afectadas han sido la L2, la L4 y la L5. En la línea morada (L2), el tramo entre Paral·lel y Monumental estuvo sin servicio debido a las vibraciones que se producían en las vías. Esta interrupción, que se prolongó durante dos meses, fue necesaria para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento del sistema ferroviario.
En paralelo, la línea amarilla (L4) también sufrió un corte de más de un mes entre La Pau y Maresme/Fòrum, debido a la instalación de un ascensor y la modificación de las vías en ese tramo. Para mitigar las molestias a los usuarios, se habilitaron servicios de autobuses lanzadera.
Además de estos trabajos programados, la reciente incorporación de trenes de la serie 7000 ha generado incidencias inesperadas. Estos trenes, que comenzaron a circular en la línea L3, han provocado cortes eléctricos y problemas en las subestaciones, lo que ha obligado a detener los convoyes en pleno recorrido.
A pesar de los esfuerzos por ajustar la tecnología, las interrupciones han sido frecuentes, afectando tanto a los pasajeros como a los trabajadores del metro, quienes han manifestado ansiedad ante los problemas recurrentes. Además, los usuarios cada vez están más cansados de tener que vivir episodios como estos cada semana.
En respuesta a estas situaciones, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha implementado un plan de mejoras que busca reducir las incidencias, optimizar el funcionamiento de los nuevos trenes y agilizar la respuesta ante cortes inesperados