Las cámaras y los micros de TV3 se desplazaron hasta Ripoll para poder entrevistar, en primera persona y en directo a la batllessa de la ciudad y flamante diputada del Parlament de Catalunya. Sílvia Orriols iba de número uno en la demarcación de Girona y ha conseguido una de las 135 sillas de la sede de la soberanía popular de nuestro país. El otro escaño lo ha conseguido Ramon Abad, que se presentaba por las comarcas de Lleida (Lérida, según Salvador Illa).
El periodista le ha preguntado por el cordón sanitario que partidos como PSC, Junts, ERC, Comuns y la CUP firmaron para excluir a Aliança Catalana de la vida parlamentaria por considerar que el partido no cumplía con los "valores occidentales". La respuesta de Orriols ha sido contundente y ha dejado claro que quiénes no cumplen con los "valores occidentales" son aquellos que permiten la islamización de Catalunya y la sustitución identitaria por parte de culturas externas, que sí que son incompatibles con los "valores occidentales".
La entrevista ha continuado con la pregunta sobre la definición de partido "ultra" o formación de "extrema derecha". La respuesta ha sido clara y contundente. Según Sílvia Orriols, en Aliança Catalana no importan las etiquetas porque no trabajan para mejorar la vida de los catalanes, para cuestionar el discurso políticamente correcto y para denunciar los problemas y las preocupaciones reales de la gente que son, en especial, la delincuencia y la inseguridad.
El tweet ha tenido mucha repercusión en redes sociales y en poca horas ha conseguido más de 70.000 visualizaciones. En este sentido, algunos seguidores le han recordado las palabras de un periodista de TV3 reconociendo que los profesionales de la televisión pública han recibido instrucciones de silenciar la campaña del partido independentista y también de referirse a él como "extrema derecha" o "xenófobo".
Aliança Catalana no permitió la entrada de los medios durante la jornada electoral
Aliança Catalana no permitió la entrada de los medios de comunicación que no habían seguido su campaña electoral, obligándolos a permanecer en la calle. Sólo entraron tres medios, que sí habían seguido la evolución de la campaña y sí les habían dado cobertura.
La actitud gustó nada a los profesionales que tuvieron que trabajar en la calle con pocos medios y de forma precaria, pero que se explica por la situación de veto y de bloqueo durante años, además del espacio reducido en la sede electoral.
Ahora, gracias a la irrupción parlamentaria del partido, son más los medios de comunicación que se interesan por el partido independentista, dejando claro de esta forma sus intereses políticos, económicos y mediáticos.