Bebé recién nacido

Se hunde la natalidad en Catalunya: Los datos que más preocupan

La situación demográfica está en sus peores registros desde hace varias décadas y, además, ha cambiado de tendencia

Hace ya tiempo que se debate sobre la caída en el número de nacimientos. Factores como la precariedad laboral o el alto coste de la vida retrasan o eliminan la posibilidad de formar una familia. Cada vez es más habitual que las mujeres tengan hijos a edades más avanzadas o que las parejas opten por no tener descendencia. Esta tendencia no solo se mantiene, sino que se acentúa, según muestran los últimos datos oficiales.

Los peores datos en 70 años

Catalunya registró en 2023 el peor dato de nacimientos en siete décadas. Según el Idescat, nacieron 54.217 bebés, un 3,8% menos que el año anterior. Este descenso refleja una crisis demográfica en la que la tasa de fertilidad se sitúa en mínimos históricos. Cada mujer tiene, de media, 1,1 hijos, muy lejos del 2,1 necesario para garantizar el reemplazo generacional.

Uno de los factores destacados es que el 33% de las madres que dieron a luz en Catalunya el pasado año son de origen extranjero. Este dato ha ido en aumento y compensa, en parte, la baja natalidad en madres de nacionalidad española. La mayoría de estas madres extranjeras son de origen marroquí, seguidas por pakistaníes y colombianas.

Bebé recién nacido
Bebé recién nacido | Canva

Disparidades geográficas

El descenso de la natalidad no afecta a todas las zonas de Catalunya de igual manera. Por ejemplo, el Gironès es la comarca con la tasa más alta de nacimientos, con 8,24 bebés por cada 1.000 habitantes. En cambio,  la Alta Ribagorça tiene el dato más bajo, con solo 4,48 nacimientos por cada 1.000 habitantes.

Barcelona presenta un dato particularmente llamativo: en la ciudad, las mujeres tienen una media de 0,94 hijos, una de las cifras más bajas de toda Catalunya. Esto se debe, en gran parte, al perfil de su población, donde predominan personas jóvenes extranjeras con movilidad profesional o académica, más que familias asentadas.

Por otro lado, Ponent y las Terres de l’Ebre lideran en número de hijos por mujer, con tasas de 1,33 y 1,25 respectivamente. En estas zonas, la inmigración tiene un impacto significativo en la demografía, según los expertos.

Maternidad tardía y sus consecuencias

Otro factor que influye en la baja natalidad es la edad promedio de las madres, que sigue en aumento. Actualmente, la media para tener el primer hijo se sitúa en 31,5 años, mientras que hace 40 años se situaba en 26. Esta tendencia dificulta aumentar las tasas de natalidad en el futuro, ya que las posibilidades de tener más de un hijo disminuyen con la edad.

En el caso de las madres extranjeras, la edad media es de 31 años, frente a los 33,2 años de las madres españolas. Esto también explica, en parte, el mayor aporte de la población inmigrante a los nacimientos en Catalunya.

El futuro de la población en Catalunya

El envejecimiento de la población y la baja natalidad colocan a Catalunya en una situación demográfica preocupante. En 2023, hubo 67.000 defunciones frente a 54.000 nacimientos, lo que supone un saldo negativo de 13.000 personas. Este déficit se compensa con la llegada de población inmigrante, pero los expertos advierten que no será suficiente a largo plazo.

Según los investigadores, sin un aumento significativo en las migraciones o un cambio en las políticas de apoyo a la natalidad, la población podría reducirse en los próximos años. Mientras tanto, Catalunya sigue registrando los peores datos de natalidad de los últimos 70 años, un problema que exige soluciones urgentes y estructurales.