El pasado 29 de octubre, la localidad valenciana de Sedaví fue azotada por una DANA, que ya se recuerda como una de las peores catástrofes medioambientales en España. Más de 200 víctimas mortales, personas desaparecidas e inconmensurables destrozos conforman parte de la historia.
No obstante, en medio de este desastre, las trabajadoras de la residencia de ancianos Novaedat --en la localidad de Sedaví-- han protagonizado un acto heroico. Se trata del rescate de más de 120 personas ancianas internadas en el centro. Y con muy poco margen de tiempo.
Las protagonistas del rescate
Raquel Albors y Ana Belén Calero, empleadas del centro, han contado el relato en varias entrevistas a diferentes medios de comunicación. De acuerdo con lo que han explicado, tras la cena, el agua comenzó a inundar rápidamente la planta baja de la residencia, alcanzando niveles preocupantes en cuestión de minutos.
"Estábamos tranquilas, pensando que estábamos seguras, pero de repente comenzó la odisea", comentó Albors. Sin esperar ayuda externa, decidieron trasladar a los residentes a las plantas superiores. "Tuvimos que subirlos a pulso, no podíamos hacerlo con las sillas; tuvimos que hacerlo entre diez trabajadoras, no más, subir a 123 abuelos al primer piso", explican.
Dificultades añadidas
La situación fue complicada debido a la movilidad reducida de muchos residentes y la falta de recursos adecuados para una evacuación de emergencia. Sin embargo, el equipo logró trasladar a todos los ancianos a zonas seguras en menos de 30 minutos, evitando así posibles víctimas.
Tras el rescate, las trabajadoras enfrentaron la realidad: las inundaciones en los inmuebles. La planta baja --con comedor, cocina y áreas comunes--, quedó inutilizable debido a los daños causados por el agua.
"Como en la pandemia"
Los residentes permanecieron confinados en sus habitaciones durante las lluvias. Además, ambas han explicado que estos siguen en las mismas condiciones, una vez ya han pasado semanas de la DANA.
Explican que esta situación les recordó a los confinamientos vividos durante la pandemia de COVID-19. "Están ya un poco desesperados", lamenta Albors.
Reconocimientos por el rescate
A pesar de las adversidades, la comunidad ha mostrado su apoyo y reconocimiento al personal de la residencia. La Asociación Catalana de Recursos Asistenciales (ACRA) ha rendido homenaje a las trabajadoras por su valentía y dedicación al salvar tantas vidas.
Este incidente pone de manifiesto la necesidad de contar con planes de emergencia efectivos y recursos adecuados en las residencias de ancianos, especialmente en zonas propensas a desastres naturales.