Un niño con expresión de sorpresa o miedo frente a una imagen de una mano escribiendo en un cuaderno.

La psicóloga woke que pide prohibir el boli rojo para no crear traumas

Sus opiniones crean división de opiniones

La educación tradicional está cambiando rápidamente, y la polémica propuesta de eliminar el clásico bolígrafo rojo para corregir los trabajos escolares está generando un profundo debate en la comunidad educativa. Este utensilio, históricamente relacionado con el señalamiento de errores, podría tener los días contados según algunas nuevas corrientes pedagógicas basadas en el refuerzo positivo. Pero, ¿qué hay detrás de esta polémica propuesta?

En los últimos años, expertos en educación han planteado nuevas maneras de evaluar a los alumnos. La idea principal consiste en que el método tradicional, centrado en señalar exclusivamente los errores con bolígrafos rojos, genera bloqueos emocionales y estrés en muchos estudiantes, perjudicando su aprendizaje. Es precisamente este aspecto el que ha puesto sobre la mesa una educadora que recientemente ha avivado el debate con sus declaraciones.

Nuevas corrientes educativas

Cristina, pedagoga identificada con las nuevas corrientes educativas y calificada por algunos sectores más tradicionales como una figura ligada al llamado wokismo educativo, ha señalado que marcar los errores con bolígrafos rojos podría generar  bloqueos emocionales y desconexión en el alumnado. Según esta visión, el color rojo tradicionalmente está asociado al peligro, la prohibición o el fracaso, algo que, en términos psicológicos, puede inhibir la creatividad y la motivación del estudiante.

La pedagogía actual está cada vez más enfocada en la psicología del refuerzo positivo, buscando destacar las fortalezas de los alumnos en lugar de sus debilidades. La teoría sostiene que el reconocimiento frecuente y explícito de los logros de los estudiantes les impulsa a mejorar su rendimiento y su motivación. De esta forma, en lugar de subrayar lo incorrecto, se prioriza resaltar aquello que está bien hecho, creando un entorno de aprendizaje más seguro y amable para los alumnos.

Cartel rojo con un puño negro levantado y las palabras
Wokes | waltarrrrr

Críticas y debate en redes sociales

Por otro lado, las críticas no se han hecho esperar. Diversos especialistas argumentan que ocultar los errores no favorece necesariamente el aprendizaje integral y que los estudiantes deben aprender también a gestionar sus fallos para mejorar. Esta visión más tradicional afirma que es importante que los estudiantes reconozcan sus fallos para poder corregirlos y aprender de ellos, preparándolos mejor para afrontar futuros desafíos académicos y personales.

El debate tiene implicaciones más allá de lo meramente pedagógico, tocando aspectos psicológicos relevantes. Estudios recientes en psicología educativa confirman que la percepción de un entorno académico seguro emocionalmente contribuye positivamente al desempeño académico de los alumnos. Sin embargo, no existe consenso absoluto sobre que la  eliminación completa del color rojo  sea una solución definitiva. La clave podría estar en cómo se utilizan estas herramientas evaluativas y no únicamente en su color.